La doctora Isobel Oliver, de PHE, explica: "Todos los resultados de las muestras de alimentos hasta la fecha han dado negativo en E. coli O157, pero es importante que seamos conscientes de que, en los alimentos contaminados con E. coli O157, no siempre resulta posible identificar la bacteria en las pruebas.
"Como medida de precaución adicional, hemos recomendado a algunos minoristas que dejen de incluir algunas hojas de rúcula importadas a sus productos de ensalada mixta hasta que hayamos investigado más".
Los brotes de O157 no son muy comunes en comparación con otras enfermedades transmitidas por los alimentos. PHE recibió la primera alerta sobre el brote a finales de junio.
Cómo lavar la ensalada y las hortalizas: Cuál es la mejor técnica
Las autoridades sanitarias admiten que lavar los alimentos no es infalible al 100%, pero es lo que más reduce las posibilidades de infectarse.
Exactamente ¿cuáles son las mejores formas de lavar las verduras? La BBC ha preguntado a dos profesionales de la industria acerca de las mejores prácticas de seguridad alimentaria e higiene en lo relativo a las ensaladas y las hortalizas.
Camilla Schneideman ha trabajado en la industria alimentaria durante 18 años a la cabeza de sus propios restaurantes en Reino Unido y en el extranjero, y actualmente es la directora general de la escuela de cocina Leiths Cookery School, en Londres.
Rosalind Rathouse es cocinera profesional con más de 50 años de experiencia, y dirige la escuela de cocina.
Es importante tener en cuenta que ningún método elimina con absoluta fiabilidad la bacteria E. coli cuando se trata de alimentos crudos, pero hay algunas cosas que se pueden hacer para reducir el riesgo lo máximo posible.
"Hay que ponerlas en remojo", explica Schneideman, cuyo primer trabajo en un restaurante consistió únicamente en lavar ensaladas.
"Hay que sumergir las hortalizas en agua fría y dejarlas así durante un máximo de 20 minutos para dejar que las partículas de tierra se suelten; después, hay que sacarlas y volver a enjuagarlas", añade.
Recomienda sumergir cualquier cosa que crezca en el suelo y que todavía podría albergar partículas de tierra, en particular las lechugas –cuyas hojas es mejor partir antes de ponerlas en remojo–, los rábanos, los puerros y las hierbas.
Sin embargo, dependiendo de cómo se estén cocinando, Schneideman aconseja precaución al poner champiñones en remojo, ya que, aunque suelen estar sucios de tierra, "absorben el agua como esponjas".
En su lugar, sugiere cepillarles la tierra y enjuagarlos, y, "si va a saltear los champiñones, el calor matará las bacterias de todos modos".
El consejo de Rathouse es lavar todas las frutas y hortalizas "muy, muy a fondo" bajo el grifo, tras haber quitado y tirado cualquier raíz que tenga tierra o arena. Las únicas hortalizas que recomienda poner en remojo son las patatas, para eliminar cualquier resto de tierra antes de lavarlas a fondo.
Con una lechuga entera, recomienda quitar primero las hojas exteriores –que son las que tienen más probabilidades tienen de entrar en contacto con las bacterias– y, o bien tirarlas, o bien utilizarlas en un plato cocinado, como una sopa. En cuanto a los champiñones, Rathouse los lava en un cuenco grande con agua, y después los enjuaga bien bajo el grifo y los seca con un trapo de cocina.
Su mejor consejo es ser escrupulosos al asegurarse de que las manos y las superficies estén limpias para evitar transferir bacterias por la cocina.
Fuentes: bbc.com, netdoctor.co.uk