"El LMR se sobrepasa menos, pero su impacto aumenta"

¿Cuál es la situación de niveles de residuos hoy en día? Carine de Clercq, directora general de Primoris (Bélgica), fundamenta su respuesta en el reciente informe de monitorización de la FAVV, la Agencia Federal Belga para la Seguridad de la Cadena Alimentaria, en el que se presentan los resultados de 2015. En los últimos años, el número de veces que se ha sobrepasado el LMR (límite máximo de residuos) se ha mantenido sin muchos cambios. En el sector de los productos agrícolas frescos, el porcentaje de ocasiones en las que se ha sobrepasado ha sido del 2,7. En algunos productos, como las hierbas, el té o las especias, esta cifra ha sido mucho mayor, así como en los productos importados de fuera de la UE, del 11,5% frente al 3,3% de los productos belgas (1,4% si tenemos en cuenta el margen de error). También señala que los límites se sobrepasan por menos, "aunque sus consecuencias son más graves. Por lo tanto, cuando encontramos un error, su impacto es enorme. Tanto el cliente como el Gobierno se ponen en marcha inmediatamente con avisos, multas y retiradas de productos, por ejemplo".

Primoris es la antigua Fytolab, que cambió de nombre en 2015 por la protección global del nombre de marca. Con este cambio de nombre, también se fundó una estructura de grupo financiero. Varias empresas de Primoris están englobadas en Primoris Holding, incluidos tres laboratorios en Bélgica, Bulgaria y Colombia, y su oficina comercial en Francia. Recientemente, el órgano de certificación CKCert y la consultoría y empresa de formación Agro ABC también pasaron a formar parte de Primoris Holding. Este grupo financiero tiene dos objetivos: por un lado, la organización y la coordinación de las actividades dentro del grupo y, por otro, el desarrollo de este.

Aproximadamente la mitad de las tareas que lleva a cabo Primoris se centran en el sector de los productos agrícolas frescos. Analizar las hortalizas de hoja, una actividad que forma parte del sistema de inspección de precosecha de Bélgica, es un sistema legal y sigue siendo indispensable en la gama de actividades del laboratorio. Además, la compañía está activa en la industria, el procesado y otros productos. "Vemos un aumento del número de productos de especialización, como las hierbas, los granos de cacao y las semillas ricas en aceite". Según De Clercq, el sector de los productos agrícolas frescos disfrutó de una gran oportunidad cuando los minoristas comenzaron a establecer requisitos más allá de a lo que obliga la ley. "Esta situación lleva existiendo algún tiempo y ya no se producen muchos cambios grandes en el sector de los productos agrícolas frescos. Sin embargo, en los últimos años hemos observado un aumento de la demanda de análisis de micotoxinas en el laboratorio, pero se da sobre todo en los frutos secos, los cereales y las frutas deshidratadas. Las micotoxinas son tóxicas y están producidas por los mohos. Se prevé que la legislación empiece a prestarles más atención".

La decisión de expandirse a Bulgaria hace algunos años se debió a que Bulgaria y Rumanía se convirtieron en nuevos países miembros de la UE, que también deben ceñirse a la legislación europea. En Bulgaria, y también en otros países en los que Primoris tiene actividad, existía margen en el mercado. "Tanto Bulgaria como Colombia son países con un gran potencial en los que queríamos crear tendencias, de modo que estuvimos presentes cuando llegó el momento". Primoris también es líder en estos mercados.

Como afirma De Clercq, los vecinos Francia y Países Bajos son importantes mercados de crecimiento. "Hemos estado más activos comercialmente en Países Bajos, sobre todo en los últimos años. También se percibe el crecimiento de Primoris en Francia: todavía no hemos decidido cómo evolucionarán nuestros planes para Países Bajos y Francia, pero podemos afirmar que ambos son mercados de crecimiento muy preciados para nosotros".

Como novedad, la legislación de importaciones ha incluido recientemente la comprobación del norovirus en las "berries" de Serbia. La legislación de importaciones se actualiza cada seis meses, y cada vez se prestará más atención a los análisis de virus (y a los análisis microbiológicos en general) en los productos vegetales. Primoris Bulgaria está trabajando actualmente en ampliar sus análisis de virus. Teniendo en cuenta que se cultivan muchas "berries" en Europa del Este y Centroeuropa, la compañía ha optado por realizar los análisis de virus en Bulgaria e informará puntualmente a sus clientes sobre esta nueva actividad cuando llegue el momento adecuado.

Para los laboratorios, las reformas legislativas implican continuar ajustando sus métodos de investigación. "Por supuesto, no perdemos de vista la legislación, ya que cambia constantemente, con lo que también hay que cambiar y comprobar nuestro sistema. Ahora se están prohibiendo algunas moléculas, pero hay otras que todavía están permitidas, aunque, tarde o temprano, también se prohibirán, y ya deberíamos tenerlo en cuenta". El mayor cambio para el laboratorio se dio en 2008, según De Clercq. "Fue cuando los LMR se armonizaron a nivel europeo". Otra cuestión a la que se está prestando más atención son los metabolitos de los residuos. Además de la sustancia activa, se están incluyendo cada vez más metabolitos (productos de la degradación) en la definición de residuos de un pesticida y, por lo tanto, en el paquete de análisis, ya que también pueden ser tóxicos para el organismo humano. Tanto los LMR como las definiciones de residuos se actualizan o se reforman de forma periódica en la legislación.

En opinión de De Clercq, en el futuro se prestará más atención al efecto sinérgico de la presencia de varios residuos a la vez. Hoy en día, los residuos continúan considerándose por separado. Después, se examinan juntas varias combinaciones de residuos con funcionamientos similares y que pueden reforzarse entre sí. A nivel europeo, ahora se está estudiando cómo abordarlo. ¿Habría que "juntar" los residuos en una especie de "grupos de LMR"?

De Clercq señala que ya no se corren riesgos, especialmente en lo relativo a la salud pública. "Los controles de la UE se están volviendo cada vez más estrictos. Como consumidores, cada vez toleramos menos los riesgos. En los últimos años, debido a la precaución extrema, 'salieron a la luz' varias moléculas que antes no se examinaban, pero que ahora se ponen en duda, por ejemplo, el clorato. Hubo un gran alboroto cuando se encontró por primera vez y se realizaron muchos controles y bloqueos, aunque no siempre es perjudicial. Normalmente, todo el mundo se pone manos a la obra en el laboratorio para llevar a cabo los exámenes rápidamente". Según De Clercq, es algo que ocurre cada vez más a menudo.

"Otro ejemplo es el perclorato, aunque también veo más casos en los que la gente se lo toma mejor y con más calma. Muchas veces, ni siquiera es perjudicial para la salud. La orden de que deben analizarse sustancias nuevas suele proceder de Alemania, lo que también tiene que ver con que los minoristas alemanes son muy estrictos y que Greenpeace y las asociaciones de consumidores están muy activas.

El glifosato también es un residuo que ha ganado muy mala reputación últimamente. Cuando Fytolab comenzó hace 15 años, no había demanda del mercado para analizar el glifosato, aunque era el herbicida que más se usaba. Su baja toxicidad no se ponía en duda, hasta que, hace poco, aparecieron nuevos estudios que lo contradecían. Se está investigando más a nivel europeo, y lo que me preocupa es que tenemos que aceptar que todavía no conocemos lo suficiente los pesticidas que se usan más a menudo, y que es muy difícil tener información completa y objetiva".

"Hoy en día, nuestro rasero cada vez es más estricto. Cuanto más minucioso se es, más probable es que se encuentre algo. La postura de Primoris es medir hasta el límite que exija la legislación. Nuestra misión es apoyar al mercado y a nuestros clientes, no generar problemas donde no hacen falta. Normalmente, Europa determina el límite en 10 ppb (0,01 ppm), pero algunos laboratorios miden hasta 5 ppb o incluso 1 ppb. Lo mejor sería que todos los laboratorios utilizaran el mismo límite para evitar confusiones".

¿No hay menos controles en los productos belgas y de otros países europeos a medida que pasa el tiempo, debido a la tendencia a la baja de los residuos? "Es cierto que cada vez se sobrepasan menos los límites, pero aún hay que hacer controles. El riesgo todavía existe, y las consecuencias de superar los límites pueden ser desastrosas. Esa presión sobre nuestros clientes y sobre el mercado sigue estando muy presente, lo que significa que también continúa la presión en los análisis. También deberían controlarse los productos ecológicos y libres de residuos para convencer al mercado y para descartar las prácticas desleales".