Según las autoridades, el viernes pasado se enviaron 614 kilos de fresas desde Jinju, en la provincia de Gyeongsang del Sur, hasta Singapur, dentro de unas "cámaras" equipadas con un sensor que registra la temperatura interna, la humedad y la concentración de CO2. Además, tanto las cámaras como el barco que las transporta se pueden controlar a distancia por satélite.
En Corea, los productos agrícolas casi siempre se exportan por aire para mantener su frescura, lo que tiene un coste logístico mayor y reduce la competitividad de los productores.
Sin embargo, si esta prueba tiene éxito y las nuevas cámaras terminan sustituyendo al transporte aéreo, el coste de las exportaciones se reduciría entre un 30% y un 90%, según la fundación.