El año pasado, el Mercado Central de Buenos Aires (MCBA) tuvo una oferta de unas 389,8 toneladas de papaya o mamón (Carica papaya). Esta cantidad es similar a la ofertada en 2015, que ascendió a 389,3 toneladas. Con El Paso de los años, la oferta de este producto no ha dejado de crecer. En 2010, tan solo se ofrecían 47 toneladas. Además de papaya argentina, también se encuentra en el mercado papaya brasileña, la cual se importa todos los meses para satisfacer la demanda. Las provincias de Salta y Jujuy aportaron en 2016 un 77,3% del total de papayas del MCBA, Brasil aportó un 15,3% y el resto correspondió a otras zonas de producción con menor oferta.
La producción de fruta tropical en el noroeste argentino ha cambiado con el paso de los años. Ahora, se producen otros frutos como alternativa a los cultivos tradicionales. Las principales frutas tropicales que se cultivan en las provincias de Salta y Jujuy son las bananas, con aproximadamente 3.500 hectáreas de producción. Les siguen los aguacates con 355 hectáreas, los mangos con 400 hectáreas, las papayas con 74 hectáreas y las piñas con unas 15 hectáreas, además de otras frutas como el maracuyá, que se producen en menor cantidad.
En 2015 se cosecharon en torno a 2.145 toneladas en e noreste y el noroeste de Argentina, cuyo 60% se destinó a la industria. La variedad Red Lady supone el 50% de la cosecha y la Maradol, el 30%. En el Boletín de Frutas y Hortalizas del Convenio INTA- CMCBA se menciona: “El frutal se difundió entre los productores de la zona por su ciclo de cultivo relativamente corto y rápido retorno del capital, ya que entre los 8 y 10 meses de su implantación se pueden cosechar los primeros frutos. Además se incorporó al sistema productivo como una actividad complementaria a las producciones principales como son cítricos, hortalizas, banano o palta”.