Gracias al calor y lluvia inesperados, la temporada de tuna en California tuvo un inicio tardío.
"Nuestra temporada suele ser de agosto a marzo, aunque este año comenzamos a principios de octubre. Empezamos muy tarde porque el clima estaba realmente alterado", dice Claudia Pizarro-Villalobos, de D'Arrigo California, que cultiva todas sus tunas aproximadamente a 32km al sur de Salinas, en Gonzales, California. "Ha hecho mucho calor y ha quemado la fruta. Después tuvimos lluvias muy fuertes cuando no era el período de lluvia, por lo que las tunas se vieron muy afectadas por el calor extremo y las condiciones húmedas".
Dicho esto, aunque el suministro se vio significativamente reducido en agosto y septiembre, los volúmenes volvieron a subir en octubre y los niveles actuales de noviembre coinciden con los suministros de tuna de 2016. El cultivo se dirige a su período de crecimiento más lento de diciembre a enero, debido al frío. "La fruta tarda más en crecer y el desafío es cumplir con las especificaciones de tamaño y los niveles de Brix", cuenta Pizarro-Villalobos.
Puré concentrado
El inicio tardío también afectó al sector en rápido crecimiento del negocio de D'Arrigo, el sector del puré concentrado. "Nuestras ventas de puré definitivamente están aumentando. Hay una tonelada más de productos preparados de puré de tuna, ya sean bebidas saludables, licor de tuna, helados, sorbetes y más. Hemos visto que el negocio de los purés también aumenta debido a que algunas grandes cadenas nacionales ofrecen bebidas de tuna. Por tanto tenemos más clientes que buscan comprar puré de tuna".
Gran demanda
La demanda general del producto proviene de varios mercados. "Enviamos una gran cantidad de fruta al este, a Nueva York, Chicago y al este de Canadá, donde tenemos mucha clientela. También hay una gran cadena mexicana en la Costa Oeste que demanda bastante".
Todo esto ha situado los precios en niveles más altos que los precios de 2016 para esta fruta. "Van a aumentar a medida que nos adentremos en la temporada de vacaciones, porque hay poca fruta y la demanda ha aumentado. Es probable que los precios bajen la tercera semana de enero cuando tengamos más fruta", concluye Pizarro-Villalobos.
Claudia Pizarro-Villobos
D’Arrigo California
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