Volker Schmidt, ingeniero agrónomo en la República Dominicana
"Ya hemos tenido dos huracanes en 2017: primero Irma y luego María. Estos fenómenos meteorológicos extremos nos han afectado gravemente. Tenemos pérdidas de alrededor de un 50%, y eso en tierras que plantamos tan solo hace un año".
"Comenzó a finales de agosto de 2017: el huracán Irma llegó con fuertes vientos, así que tuvimos pérdidas de entre un 15 y un 20% por la rotura de ramas. No obstante, después de un episodio así, las plantas perennes suelen a brotar, pues el rizoma subterráneo puede continuar formando chupones. La cosecha de banana se habría estabilizado pasados unos meses".
Roturas provocadas por el viento en la plantación ecológica de bananas
"Sin embargo, poco después llegó María. Esta vez, las lluvias torrenciales fueron particularmente peligrosas. Se produjeron inundaciones en las plantaciones de banano de la región de Mao. El problema de las inundaciones es que el rizoma ya no puede absorber oxígeno. La planta muere y es preciso replantar".
"La finca Villa Lobo se vio particularmente afectada. Ya en noviembre de 2016, los campos estaban totalmente inundados. Como resultado, hemos reforzado y elevado las presas circundantes. Ese trabajo y las nuevas plantaciones ya nos han costado alrededor de 100.000 dólares (84.000 euros). Estas presas habrían aguantado una inundación moderada, pero no las inundaciones de este año. El resultado han sido unas pérdidas del 80%. Además, el agua propició la aparición del hongo sigatoka, que causa daños a las plantas y los frutos. Como resultado, el volumen de exportación de nuestras bananas Milagros está sufriendo actualmente, así que tendremos que replantar por segunda vez, y eso consume tiempo y recursos. Además, pasará otro año hasta que podamos cosechar de nuevo".
Los daños causados por las tormentas son visibles en todas partes
"Todo el mundo tiene en la boca el cambio climático. Aquí en el Caribe, las consecuencias son claramente visibles. Si bien las tormentas son un fenómeno natural en esta región, en los últimos años se han recrudecido como resultado del aumento de la temperatura marítima. Y eso ha tenido consecuencias catastróficas, por descontado. Y no solo para las bananas Milagros, sino también para los humanos y el medioambiente en general. Esperamos una pronta reevaluación de la situación.
"Con el fin de motivar a nuestros empleados, hemos equipado al equipo de fútbol de Villa Lobo con nuevos uniformes y zapatillas de fútbol, independientemente de las consecuencias tormentas. Esto no hará que nuestras bananas crezcan más rápido, por supuesto, pero los deportes estimulan el sentimiento de comunidad entre los locales".
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