La cosecha de cebollas en España ha sido inferior a la media este año. Los calibres también son más pequeños de lo habitual. "En general, hemos vendido menos volumen", afirma Alfonso Tarazona, propietario de la planta de envasado Cebollas Tara y presidente de la Asociación Española de Cosecheros Exportadores de Cebolla (ACEC), a quien FreshPlaza visitó en sus instalaciones de Valencia.
Alfonso Tarazona
"Hasta ahora, la calidad de las cebollas es bastante buena en general. No obstante, nos preocupa cómo de bien se haya almacenado el producto. Entre mediados de junio y mediados de agosto tuvimos una ola de calor muy fuerte que provocó mucho estrés a la planta. Las cámaras de almacenamiento habituales están hasta arriba de cebollas y lo que de verdad hay que preguntarse es en qué condiciones estarán cuando abramos las cámaras frigoríficas. La mayoría de las cebollas españolas de cámara se venden en marzo o abril", explica Alfonso.
"En estos momentos, el mercado de la cebolla no se está desarrollando de forma positiva. En parte, se debe a la presión de las cebollas holandesas y alemanas. Los precios para los calibres grandes siguen siendo relativamente buenos, pero no tanto como esperábamos. Y tenemos el mismo problema con los calibres medianos y pequeños. No obstante, nuestras exportaciones se mantienen a un nivel razonable", añade Alfonso.
La exportación de cebolla española apunta, principalmente, al Reino Unido y a Alemania. "En el pasado, el Reino Unido exportaba mucha cantidad de. nuestros calibres más grandes (70-90), pero cada vez es más autosuficiente en estos tamaños", detalla. En cuanto al brexit, Alfonso no cree que vaya a tener mucho efecto sobre las exportaciones de cebolla. "Provocará más de un problema administrativo, pero no creo que disminuya la demanda de nuestras cebollas".
Los exportadores españoles también están trabajando duro en la expansión de su área de comercialización. "El incremento del cultivo en países como los Países Bajos, Francia, Alemania y el Reino unido nos está motivando a seguir buscando nuevos mercados. De esta forma, podremos cubrir el vacío en caso de escasez de producto brasileño. Nuestras cebollas también llegan a mercados distantes como los países árabes, Taiwán, Hong Kong y Japón. Los Estados Unidos y Canadá también nos compran más cebollas. Además, hemos probado a exportar al África Occidental, pero allí, de momento, prefieren las cebollas más baratas y pequeñas, por ejemplo, de los Países Bajos", asegura.
En opinión de Alfonso, el futuro de las exportaciones pinta muy prometedor. "Tal vez nuestros precios no sean los más bajos, pero la calidad y la variedad de calibres es lo que diferencia al mercado español del resto. Normalmente, también podemos suministrar durante todo el año, aunque no creo que sea posible este año", señala. "Nuestra superficie de cebollas rojas y dulces también está creciendo de manera considerable. Tenemos cebollas dulces nacionales seis meses al año y compramos el resto sobre todo en Perú".
El mayor cliente de Cebollas Tara con diferencia es la cadena de distribución española Mercadona. "Representa el 90% de nuestros ingresos. El año pasado, vendimos 42.000 toneladas de cebollas y 2.500 toneladas de ajo a este supermercado", recuerda. "En torno al 65% de nuestras ventas son de cebollas que cultivamos nosotros mismos".
Cabe destacar que Alfonso ha percibido un ligero descenso del consumo de cebolla en los últimos años, y de las frutas y hortalizas tradicionales, en general. "Cuando la economía mejora, el consumo de frutas y hortalizas exóticas, por ejemplo, crece en detrimento de las cebollas. Pero no todo son malas noticias, pues las ventas de nuestras cebollas rojas y dulces ha mostrado una tendencia al alza".
De acuerdo con Alfonso, las máquinas de clasificación óptica son una opción interesante para el futuro del sector de la cebolla español. "Los márgenes no son tan amplios en nuestro sector como para hacer una inversión tan grande, pero es posible que estas máquinas supongan mejoras en automatización y calidad", opina. Además, según él, los mayores desafíos que enfrenta el sector son una buena rotación de cultivos y encontrar nuevas zonas de producción con suficiente agua disponible.
La ACEC cuenta con alrededor de 30 empresas afiliadas, lo cual representa el 50-60% de las exportaciones españolas de cebollas. "La mayoría de los exportadores cultivan sus propias cebollas o se las cultivan por contrato. La mayor parte de los miembros se encuentran en la zona de Valencia, aunque algunas empresas asociadas están ubicadas en otras partes de España. Por otro lado, el cultivo se concentra en Castilla-La Mancha. Dentro de las labores de la asociación se encuentra la de ejercer una presión colectiva al Gobierno y a las autoridades locales o europeas. De vez en cuando, colaboramos en la exportación y compartimos información", resume Alfonso.
Además de las cebollas, los ajos también forman parte del surtido de Cebollas Tara. "Alrededor del 85% del ajo que vendemos lo cultivamos nosotros. Por suerte, este mercado se está desarrollando mejor que el de la cebolla. El calor no ha afectado ni a la calidad interna ni al calibre, tan solo ha causado daños en la piel, lo que significa que se destinará un poco más de ajo de lo habitual a la industria transformadora de alimentos. La ingente exportación de China también está ejerciendo presión sobre este mercado, al contrario de lo que ha ocurrido en los dos últimos años, cuando se exportó mucho menos. No obstante, se ha dado una tendencia positiva y es que, cuando los ajos españoles llegan a un mercado nuevo, la gente está dispuesta a pagar un poco más por su buena calidad y buen sabor. Igual que ocurre con nuestras cebollas".
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Alfonso Tarazona
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