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Problemas crónicos, fenómenos excepcionales y cosecha

La diversidad de cultivos da lugar a diferentes capacidades predictivas

En abril de este año, Arable se presentó al mundo. "Hemos tenido un año verdaderamente fascinante", dice Adam Wolf, fundador de la citada empresa, que fabrica un dispositivo que permite pronosticar con precisión el rendimiento productivo, la calidad y el momento de cosecha. El interés que ha generado este dispositivo es enorme, también fuera de los Estados Unidos. "Yo diría que el 75% de todo el interés y las ventas de los últimos tres meses han tenido origen internacional", comenta Wolf. Con Arable se han puesto en contacto un productor colombiano de maracuyá, un floricultor keniano, otros productores de fruta tropicales y también plantaciones de café y té. "Es muy interesante ver la diversidad de los diferentes cultivos que se producen y darse cuenta de todos los matices de sus problemas. Lo cierto es que esto ha conformado el desarrollo de nuestro producto. El foco de atención son las interfaces específicas para cada tipo de cultivo, porque es totalmente distinto hacer predicciones para un campo de limones que para uno de fresas", explica Wolf.


El dispositivo de Arable en un campo de fresas

Aspectos fundamentales como la variación microclimática
El dispositivo de Arable ofrece diferentes elementos de predicción. La empresa acaba de lanzar 50 dispositivos con Driscoll’s, que los va a colocar en los campos de sus socios productores. "Claramente, distinguimos tres aspectos para la evaluación de riesgos, siendo el primero los indicadores claves de rendimiento como los grados día y la demanda de riego", menciona Wolf. "Nuestro dispositivo ayuda a comprender lo que está sucediendo". Estos son los indicadores claves de rendimiento rutinarios que representan riesgo crónico. El despliegue que se ha hecho con Driscoll’s muestra unas diferencias de temperaturas en el Valle de Santa María de 10 grados e incluso 10 grados Fahrenheit entre un punto ventoso y un punto de interior. "La variación microclimática es inmensa y nadie tiene control sobre ella. Es muy variable. En lugar de tener la concepción ingenua de que cada fresa tarda 32 días en estar lista para la cosecha, el dispositivo mostrará cuáles están dentro de la media y cuáles tardarán cinco días más, porque hace un poco más de fresco".

Durante los fuegos incontrolados de la región de Napa/Sonoma, un productor de lúpulo de Oregón registró temperaturas diurnas más bajas porque el sol penetraba menos debido al humo. Las temperaturas nocturnas, por el contrario, eran más altas porque por el aislamiento no se podía irradiar al espacio. Como resultado, la acumulación de grados día disminuyó, el estrés hídrico se redujo, las tasas de crecimiento bajaron y la temporada se prolongó. Toda la información fue captada por los dispositivos de Arable y la radiación térmica es algo que nunca antes se había medido en el campo.


El dispositivo de Arable en un campo de lechugas

Fenómenos excepcionales y cosecha
"Después, están los fenómenos excepcionales", continúa Wolf. Es interesante conocer estos fenómenos excepcionales a los que se está vigilante. Arable lo incluyó en una propuesta al USDA con J.V. Smith y Shenandoah Growers junto con el USDA-ARS y la Universidad Rutgers para estudiar el mildíu en la espinaca y la albahaca. "Son cuestiones que tienen unas elevadas consecuencias, pero también un tratamiento caro, en especial en el caso del cultivo ecológico, donde las herramientas son menos y la alerta temprana cobra más valor". El tercer elemento es el momento de la cosecha. "La gente está obsesionada con la línea de meta, siempre está atenta al final y quiere saber si llega pronto o tarde. Nosotros ayudamos a sortear las dificultades en el momento de la cosecha", añade Wolf. ¿Qué puede ocurrir? ¿Cuánta producción tengo? ¿Qué tamaño deberían tener los contratos? Arable ha desarrollado capacidades predictivas en las tres categorías para una amplia variedad de cultivos, con el fin de ayudar a los productores y a los procesadores a anticiparse a los riesgos y a gestionarlos.



La mano de obra es el principal problema
"Lo que todo el mundo considera como el problema principal es la mano de obra, en los Estados Unidos y también en otras partes del mundo. No hay nadie a quien no le preocupe", asegura Wolf. En algunos lugares se tiene una reserva más permanente, como en Oxnard y en Ventura, California. Allí vive gente todo el año y sus hijos van a la universidad. Estos lugares se apoyan en una mano de obra más permanente durante todo el año, que forma parte de la comunidad. Para la cosecha de uva de mesa en el Valle Central de California, los viticultores necesitan cientos de recolectores para un par de días, y la mano de obra debe asegurarse con mucha antelación. "Es como una subasta en la que podemos conseguir una mejor posición si pujamos pronto". Arable predice el momento de cosecha y eso puede ayudar a estructurar los tiempos de recolección para garantizarse con antelación la mano de obra.

"Una vez se le hace ese pequeño ajuste al software en función de los diferentes cultivos, podemos hacer más fácil la vida de las personas. La gente lo agradece".

Contact: 
Adam Wolf
Arable
Fecha de publicación: