El viento ha pasado de los 100 kilómetros por hora en diversas zonas de cultivo de cítricos, dejando un escenario de campos con el suelo recubierto de fruta caída de los árboles.
"La parte alta de los árboles es la más afectada al estar más expuesta", cuenta el agricultor valenciano Carlos Arenes. "Depende de la zona hay mayor o menor grado de afectación. Tengo con una parcela de mandarinas Nadorcott con un 50% de fruta en el suelo. No sé cómo acabará todo esto, pero es una verdadera lástima teniendo en cuenta lo bien que se está pagando la fruta este año dado que partimos de rendimientos más bajos de los previstos", añade.
La caída de la fruta todavía se ha acentuado más teniendo en cuenta la debilidad del pedúnculo por los fuertes contrastes de temperautra durante el mes de diciembre.
Por otra parte, también se prevé que gran parte de la fruta que permanece en los árboles vea afectada su calidad. "Son vientos de poniente y por tanto muy secos que provocarán alteraciones en la piel, por lo que se espera que mucha fruta no pueda venderse como Categoría I", comenta Vicente Ramos, director de operaciones de Albenfruit.
Se han visto afectadas prácticamente todas las variedades de segunda campaña, aunque destaca en variedades de mandarina como la Clemenvilla y naranjas Lane Late.
Los precios de mercado, que ya estaban siendo entre 5 y 10 céntimos más altos esta campaña por la caída de los rendimientos por encima del 30%, se espera que tiendan más al alza. "Es un problema generalizado en toda la Comunidad Valenciana, por lo que se espera que los precios de mercado suban, ya que al haber más destrío bajará la disponibilidad de fruta apta para comercializar y será destinada a la industria del zumo".