Desde que empezó la etapa de floración en marzo hasta mediados de junio, la meteorología ha sido lluviosa y fría en Extremadura, acompañada de pedriscos en algunas zonas productoras, lo cual ha retrasado la cosecha de melocotón, nectarina, albaricoque y ciruelas alrededor de 15 días dependiendo de las variedades y casi 30 días en el caso de la cereza del Valle del Jerte.
"Hemos tenido un inicio muy complicado por el retraso de las cosechas y una calidad más baja en las variedades más tempranas debido al impacto de la meteorología, sobretodo en melocotones y cerezas", explica Miguel Ángel Gómez, gerente de AFRUEX, Asociación de Fruticultores de Extremadura.
Los problemas en la floración han afectado en gran manera a la ciruela, de la que se dispone en torno a un 50% de los volúmenes habituales este año. Por otra parte, el gran retraso de las primeras cerezas ha dado lugar a que se produzcan solapamientos con otras zonas productoras.
Mientras España se ha atrasado en general, otros países más al norte de Europa han vivido una situación opuesta. "El clima ha sido muy caluroso y seco en el norte de Europa este año mientras nosotros estábamos pasando frío. Aunque no suponen grandes cantidades, las producciones de fruta de hueso del centro y norte de Europa se han adelantado y esto supone una mayor competencia para nosotros", cuenta Miguel Ángel Gómez.
"Ahora, aunque las cosechas todavía van con retraso, al menos hemos recuperado la calidad deseada. Los precios son más altos que el año pasado, pero habrá que ver al final de la campaña si compensan la falta de kilos en campo y las mermas por problemas de calidad en las variedades tempranas".
El marcado descenso de los volúmenes de ciruela repercutirá a la baja en las exportaciones a algunos de los nuevos mercados de ultramar como China, de acuerdo con el gerente de AFRUEX. "Vamos a intentar mantener todos los mercados que disponemos a pesar de todo, aunque muy probablemente los envíos a países como China disminuirán este año y serán más bien testimoniales".