Un productor tiene una plantación de aguacate en Jardinópolis en el noreste de São Paulo.
Además de su propia tierra, él y su familia alquilan otras áreas en Sao Paulo y Minas Gerais para cultivar el fruto. Un total de 500 hectáreas, lo cual debería producir 10 mil toneladas en esta temporada.
Anteriormente, la cosecha comenzaba en enero y terminaba en junio o julio. Ahora, hay aguacate en el pie durante todo el año.
Los productores celebran también el precio del aguacate, que sale del campo por el valor de R $ 10 la caja. Las frutas recogidas abastecen el Sur, Sudeste, Norte y Nordeste del país. "El precio es bueno y la producción es alta, eso anima bastante”, afirma el productor.
Sao Paulo representa el 53% de la cosecha brasileña de aguacate.
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