¡Suscríbase a nuestra newsletter y manténgase al día con las últimas noticias!

Suscribirse Ya soy suscriptor

Está usted usando un software que bloquea nuestros anuncios.

Ya que publicamos noticias gratuitamente, dependemos de los ingresos de nuestros banners. Por favor, le rogamos que desactive su bloqueador de anuncios y recargue la página para poder seguir visitando esta web.
¡Gracias!

Haga clic aquí para leer la guía de cómo desactivar su bloqueador de anuncios.

Sign up for our daily Newsletter and stay up to date with all the latest news!

Suscripción I am already a subscriber

La planta solar proyectada en Onda-Alcora acabaría con una de las zonas citrícolas valencianas de mayor valor

Un parque con 751.632 placas solares sobre 605 hectáreas de los municipios de Onda y L'Alcora (Castellón). Ejecutar este proyecto pasa, más allá de por aceptar un cambio paisajístico radical, por asumir también el daño irreparable sobre una de las zonas citrícolas de mayor valor agrícola y económico de la Comunidad Valenciana y, muy probablemente, del país. Así se refiere Asociex –Asociación de Exportadores de Fruta de Castellón– al área donde se levantará la inmensa mayoría de esa red de módulos fotovoltaicos del municipio de Onda. Allí se hallan seis grandes fincas –entre ellas, dos de más de 100 ha y otra de 83 ha–, un importante centro de investigación citrícola y las explotaciones de unos 140 medianos citricultores.

Imagen aérea de la zona citrícola de Onda afectada.

Todas estas propiedades quedarán total o parcialmente dañadas, devaluadas en cualquier caso, por la planta solar que está promoviendo la filial de la firma EnerHi, Harbour Maestrat 4.

Para iniciar su tramitación, esta promotora ha llegado a acuerdos con los titulares de zonas del otro municipio afectado, L'Alcora, hasta cubrir el mínimo porcentaje legal necesario para afectar al resto de propiedades. La característica más relevante de esta parte del proyecto –cuyos propietarios sí lo apoyan– es que se trata fundamentalmente de zonas forestales o agrícolas abandonadas o semiabandonadas. A cambio de este dominio, el promotor aspira a afectar con su proyecto a la zona de alto valor antes citada de Onda, cuyos propietarios rechazan.

Uno de los campos abandonados de L'Alcora.

Asociex estima que solo la producción de las fincas de las cinco firmas de sus empresas asociadas suponen una producción por temporada de entre 15.000 y 20.000 toneladas que, a salida de almacén, tendría un valor aproximado de 22 millones de euros. Se trata de grandes explotaciones, bien dimensionadas, modernizadas y con fertirrigación localizada, productoras en su mayor parte de mandarinas protegidas, de las llamadas de club, cuyas cotizaciones suelen duplicar o incluso triplicar las de otras variedades competidoras. Explotaciones –alguna de ellas enmallada en su totalidad para protegerla frente al viento, el granizo y las plagas– que en todos los casos cuentan con un arbolado joven y con patrones de última generación, con una productividad y rentabilidad récord.

El suelo ocupado por la planta afectaría también a Investigación Citrícola de Castellón, S.A. (ICCSA), nacida en 2009 para la investigación, creación y desarrollo de nuevas variedades, sobre todo mandarinas. El propósito es proporcionar avances que permitan a las empresas ser más competitivas en los mercados. El proyecto solar obligaría a arrancar los campos de ensayo en los que se ha trabajado los últimos 14 años: 5.000 árboles donde se controla la evolución de hasta 24.000 líneas varietales diferentes.

Para más información:
Rafael Quilis
+34 661 20 86 96

Fecha de publicación: