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Argentina: El ajo tendría problemas para entrar a Brasil

Las restricciones a las importaciones que aplicó aquel país ya afecta al durazno en lata. Desde distintas entidades empresariales calculan que Dilma Rousseff implementará la misma medida para el ajo.

Desde hace tiempo se viene analizando la importancia que tiene Brasil en este particular momento de la economía argentina. Mientras muchos se desvelan por la cotización del real, los problemas están surgiendo a raíz de las restricciones que han aplicado al comercio.

Esta semana se supo que Brasil impuso licencias no automáticas a las importaciones de duraznos enlatados de Argentina y, lógicamente, toda esa producción se origina en Mendoza. Esta medida es una continuidad de medidas similares dispuestas hace un mes para la importación de chocolates, caramelos y golosinas y, anteriormente, para las importaciones de automóviles.

Ya queda totalmente claro que Dilma no es Lula y que es tanto o más dura que Cristina Fernández. El enojo de la presidenta brasileña se origina en medidas similares adoptadas por Argentina, que pone trabas a las importaciones de autos, autopartes, electrodomésticos e, incluso, repuestos para estos aparatos.

Pero el enojo viene por la falta de cumplimiento de un compromiso argentino para liberar importaciones de calzado. Según datos aportados desde Brasil, habría tres millones de pares de zapatos parados en la frontera esperando las autorizaciones que debe dar Guillermo Moreno.

Para Mendoza el problema es particularmente severo. Según datos de la Copal, Argentina exportó 6.500 toneladas de duraznos enlatados, de los cuales 4.500 fueron a Brasil. Pero hay que tener en cuenta que, para nuestros funcionarios, el tema de los duraznos es mínimo comparado con las restricciones impuestas por Dilma al ingreso de autos, entre otros.

Pero la película continúa. Si Argentina no revisa sus decisiones, Brasil seguirá aplicando medidas de protección a sus sectores, perjudicando a la Argentina.

Según estiman en las entidades empresarias, las próximas restricciones de Brasil serían para el ajo y las harinas. Los mendocinos sabemos la importancia de Brasil como mercado para el ajo y de qué forma una decisión así podría perjudicar a un sector económico muy importante para la provincia.

Por ahora, el gobierno brasileño espera que pasen las elecciones de próximo domingo y, a partir de la semana próxima, acelerará sus decisiones para proteger el saldo comercial que han conseguido.

El producto de riesgo para Mendoza será el vino. Nuestros productos han conseguido una porción muy importante en el mercado de Brasil, pero obligó a negociaciones sectoriales, que han incluido un estudio de mercado compartido entre bodegueros mendocinos y del sur brasileño. No obstante, los empresarios de aquel país verían con mucho agrado que se pusieran trabas a los vinos argentinos, más si otros sectores comienzan a gozar de protección.

Los funcionarios locales deberán movilizarse con mucha rapidez para destrabar el problema de los duraznos y tratar de evitar nuevas medidas y esperar que el gobierno nacional adquiera algo de racionalidad. No obstante, el tema está llegando a una instancia en que las dos damas fuertes deberán sentarse y solucionar el tema con una negociación política concreta. Ya los discursos no son creídos por nadie y son necesarias acciones claras para que exista una mayor previsibilidad.


Fuente: Losandes
Fecha de publicación: