El mango, una bendición
En un principio fue llamado magay, luego, por influencia del portugués, fue bautizado con el nombre de mango. La deliciosa fruta procedente de la India posee un exquisito sabor, así como grandes propiedades que hicieron que sea conocida por todo el mundo. Hoy en día, existen más de mil variedades de mango, cada una con un sabor, apariencia, color y textura particulares, pero manteniendo siempre su atractiva fragancia. Tiene múltiples bondades medicinales: la primera es que favorece a la digestión, ya que posee una enzima similar a la papaya, ésta ayuda a eliminar los líquidos retenidos en el cuerpo, es útil también para mejorar la agudeza visual, regula la presión arterial, purifica la sangre, favorece el funcionamiento del sistema nervioso y el metabolismo, además posee antioxidantes que combaten males de la piel y la caída del cabello.
Rico en vitaminas.
Por su amplia riqueza en ácidos, su alto contenido en vitamina A, B y C, el mango se constituye en una fuente rica en antioxidantes.
Por la cantidad de vitamina C aglutinada entre sus fibras, el mango es capaz de contrarrestar la degradación de las células, por lo que ejerce una función anticancerígena; la presencia del antioxidante beta-criptoxantina dentro de su composición ayuda a prevenir la aparición del cáncer de cuello del uterino en las mujeres, además de ayudar a reducir los niveles de colesterol; también ayuda a disminuir la hipertensión arterial. Dentro de su composición se encuentra la niacina (vitamina B3), muy necesaria para la salud de la piel, que no sólo ayuda al buen funcionamiento del sistema nervioso, contribuye, además, con un mejor metabolismo de las grasas, evitando así la acumulación de nutrientes no aprovechables en el intestino, elementos que generan malestares dentro del organismo, gases y flatulencia, entre otros.
Fuente: Laprensa.com.bo