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España: Fruit Attraction reproduce la eterna división del sector hortícola de la Costa de Granada

El presidente de Ecohal, José Muñoz, insta a las Administraciones a ser el 'pegamento' que una a las cooperativas y alhóndigas costeras.
 
El debate resurge año tras año; pero se agudiza cada vez que se realiza una gran acción promocional de la agricultura de la costa o cuando, por desgracia, sobreviene una crisis como la provocada por la E-coli en Alemania. El sector productor y comercializador continúa claramente dividido por la tradicional bipolarización entre las llamadas empresas de 'economía social' (cooperativas) y alhóndigas (empresas privadas). En el litoral granadino unas y otras se reparten una cuota similar de mercado, pero no son pocas las voces que se han alzado urgiendo al sector a unificar criterios, modos de actuar y hasta el propio discurso de unas y otras.

Fruit Attraction, la feria nacional de frutas y hortalizas de Madrid no está siendo ajena a tan compleja distinción y a pesar de la envergadura del despliegue físico y promocional que ambos tipos de empresas están realizando, lo cierto es que en Ifema unas y otras van por libre y por su lado. Y eso que solo han estado separadas por un pasillo.

«Lo rubrico, es una de las grandes tragedias de un sector que siempre ha estado dividido». La frase, con toda su contundencia, la espetaba a la administración autonómica y general el presidente de Ecohal Andalucía, José Muñoz, quien lleva años lanzando un mensaje que dice toparse con la actitud de las instancias oficiales.
Diferencias

«La administración debe abandonar esa forma de pensar excluyente y ser el líder natural de este movimiento unificador», explicó Muñoz quien critica duramente que tradicionalmente se haya «legislado y dictado normas que benefician a una parte en detrimento de otra y una norma que no es igual para todos no es justa ni tiene sentido».

Desde la Federación de Cooperativas Agrarias de Granada, Faeca, la disyuntiva se ve bajo otro prisma. Su directora, María del Carmen Álvarez, no observa una drástica diferencia entre unas y otras aunque matiza que «sí es cierto que las cooperativas son empresas de economía social y las alhóndigas son mercantiles; lo único que nos diferencia es eso». Así cree que en el tráfico productivo y comercial diario «prima la igualdad y no hay diferencia; es más todos redundamos en que se trabaje a fondo en producción, seguridad alimentaria, etc».

Hacia donde muchos ojos han mirado como un posible interlocutor válido entre las partes, una especie de 'cohesionador', es a la interprofesional Hortyfruta. Su presidente, Fulgencio Torres, aseguraba en Fruit Attraction que «abogamos por el sector en su conjunto y seguimos teniendo esperanzas en que se den las condiciones para que se de el acuerdo». Es decir, según Torres el objetivo sería contar con todo el sector en el mismo barco «pues los problemas son los mismos y no se entiende que cada uno estemos a un lado». De hecho, anuncia, se trabajará en esa línea para que en un futuro no muy lejano se puedan abordar los problemas de manera conjunta «pues es necesario para todos».

En este sentido, en el seno de Ecohal el planteamiento va en esa dirección pues «la realidad es que cada sistema tiene su parte buena y su parte mala y de lo que se trataría es de unificar esa tan traída unión de mercado y oferta única», dice su presidente quien expresa con cierta acritud que hasta el momento lo que ha existido en torno a un pretendido acercamiento no ha sido más que una entelequia. Lo contrario «sería un gran paso», dice Muñoz, ya que el sector está poniendo de manifiesto un desequilibrio peligroso. «Cada vez se pone a la venta más y cada vez están comprando menos».


Fuente: Ideal
Fecha de publicación: