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España: La burocracia es el problema

Unos doscientos representantes de organizaciones agrarias de casi toda la UE han podido comprobar una vez más, días atrás en Bruselas, hasta qué punto la burocracia comunitaria lo impregna todo de manera exasperante y constituye un problema en sí mismo, porque lastra la necesaria adopción de decisiones rápidas que resuelvan problemas que no tienen espera. Pero frente a las urgencias, la actitud de los funcionarios y altos cargos europeos es laxa. Sin que nadie les exija de verdad, tienden a ralentizarse al máximo.

Ha sido en una reunión convocada por el Copa-Cogeca (organismo que agrupa a organizaciones profesionales agrarias y cooperativas) para tratar sobre los problemas de lucha contra plagas en los que se conocen en el sector como 'cultivos especializados y usos menores'.

Ocurre que en el proceso seguido en los últimos años para eliminar varios cientos de plaguicidas, en altas instancias de la UE se olvidaron de que todo lo que se produce en los campos europeos no son cereales, pastos, remolacha y manzanas, y que también en estos cultivos existen problemas muy localizados en zonas concretas que, por no ser mayoritarios o generalizados, es fácil no tenerlos en cuenta a la hora de pretender legalizar hasta el más pequeño detalle.

De esta manera ha ocurrido que producciones minoritarias, como pueden ser fresones, granadas, caquis, nísperos, chufas, higos..., y también plagas específicas que afectan a algunas variedades de cítricos, o que dañan a las alcachofas en el campo valenciano, pero no en Normandía, o que perjudican a las coles criadas a la orilla del Mediterráneo pero no en Alemania, han quedado desprovistas de plaguicidas autorizados para combatir a los insectos, hongos o ácaros dañinos.


Fuente: Lasprovincias
Fecha de publicación: