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Argentina: Empresarios frutícolas dicen que “tocaron fondo”

El inicio de una nueva temporada frutícola ya puso en alerta a distintos referentes del empresariado local, quienes avizoran un panorama complejo teniendo en cuenta las variables que jaquean la actividad.

“Río Negro” se reunió con María Schiavon, de Fruticultores Reginenses; Oscar Celestino, de Celestino Hnos.; Juan Martín Rosauer, de Los Juanes; Gabriel Grisanti, de Tres Ases; Hugo Sánchez, de Patagonian Fruits, y dos representantes de PAI, Guillermo Barzi y Roberto Garrido. Todos coincidieron en señalar cuatro aspectos clave que determinan el nuevo escenario macro donde deberá desenvolverse la fruticultura en los próximos meses:

• Apreciación del dólar sobre la canasta de monedas frutícolas

• Altos stocks en destino

• Demanda externa deprimida

• Aumento de costos internos

A esto se le suma la ausencia del crédito, otra marcada diferencia con la campaña anterior.

“La incidencia de estas cuatro variables ya nos hizo cerrar el año con pérdidas generales y éste es el panorama que hemos transmitido a las autoridades que van a asumir”, admitió Garrido, en las que dijo tener depositadas grandes expectativas.

La actividad está cerrando el año con una leve mejora ya que, según indicó Juan Martín Rosauer , “el segundo semestre no fue malo por las ventas a Brasil y el mercado interno acompañó, lo cual ayudó a disminuir las pérdidas globales” de la temporada.

Según estimaciones oficiales el rojo de la actividad rondaría los 170 millones de dólares.

Sin duda uno de los principales interrogantes para la próxima temporada está referido a la capacidad de las empresas para aguantar un próximo escenario de crisis. “Estamos viendo que el resultado va a ser muy malo si no ocurre algo en el camino. Va a ser una cosecha muy dura”, sostuvo Barzi anticipando que “Europa está en crisis, con un euro que no sabemos si va a existir; una cosecha brasileña que va a competir con nosotros y una oferta chilena con más volumen”.

Resaltaron que hasta el momento el sector afrontó el quebranto apelando a un mayor endeudamiento, postergación de pagos a proveedores y diferimientos de compromisos impositivos. Estas medidas apuntan a evitar seguir el camino de las multinacionales que operan en la región, las que apelaron a reducir personal para sortear la crisis. El titular de Patagonian Fruits agregó que “firmas extranjeras invirtieron en Argentina porque les dijeron que acá había un buen negocio, cuando deja de serlo lo cierran”. Para las pequeñas empresas no es tan sencillo. María Schiavon representó la situación a través de su propia experiencia: “Yo tendría que achicar mi planta de personal casi a la mitad, lo ideal para mi empresa sería quedar con un solo turno. Pero las empresas chicas no contamos con los recursos financieros como para llevar adelante una reestructuración”.

Por ahora todo parece ser una cuestión de “espaldas”. Sánchez destacó que “las empresas tienen la capacidad de amortiguar la crisis a través del endeudamiento y el productor la amortigua con su fruta hasta donde puede y luego queda fuera del sistema”. Con cierta preocupación sentenció: “Hemos tocado fondo”. A pesar de la grave problemática que prevalece en el sector, los empresarios reconocen que la actividad frutícola no es deficitaria de por sí. “Sin inflación nosotros estaríamos sobreviviendo perfectamente”, agregó Garrido.

Lo que también se reclama es una política de créditos que permita una reinversión permanente para la reconversión a nuevas variedades y la incorporación de tecnología de empaque al ritmo que marca el mercado mundial. “Del Fondo del Bicentenario para financiar actividades productivas, en los primeros 60 días salieron 500 millones para Fiat, pero de los proyectos presentados desde el Valle todavía no salió ninguno”, protestó Sánchez.

Contrariamente a la idea que prevalece de exigir un tipo de cambio diferencial, los directivos frutícolas descartaron modificaciones en este sentido. “Necesitamos medidas que bajen los costos, por ejemplo laborales, y que nos aumenten los ingresos”. Y aclararon: “Hay una batería de medidas que no pasan por modificar el tipo de cambio ni por subsidios, que pueden realmente ayudar a la actividad. Solamente con la mano de obra hay mucho para hablar y discutir”.

Fuente: Río Negro
Fecha de publicación: