Argentina: Las relaciones de Mendoza con Brasil
No son menores los problemas actuales de Mendoza en su relación con Brasil. Los galpones de ajo no trabajan porque no se compra el ajo que se termina de cosechar; camiones con cargas de duraznos en conserva deben esperar semanas en la frontera que se cumpla el plazo de 60 días exigidos por las tristemente célebres “licencias no automáticas” de importación.
En el caso del ajo, la producción argentina es muy pequeña comparada con la de China, de ahí el poder de ese país de “invadir” ciertos mercados desplazando a la competencia. Pero a su vez la producción de ajos de la Argentina, casi toda de Mendoza, se exporta en su mayor parte, ya que el consumo interno es muy pequeño.
La exportación de este producto es de gran importancia para la provincia, algo más de 137 millones de dólares el año pasado, siendo el segundo producto detrás del vino. De ese valor el 56% se exportó al Brasil; le siguen en importancia Francia, México y España. Este año el área sembrada aumentó respecto al pasado pero el cierre de las importaciones en el país vecino ha provocado la paralización del mercado y el derrumbe del precio.
Esta situación, como lo han dicho con claridad los empresarios integrados, afecta a los pequeños productores que dependen de que los exportadores les compren la producción. Recordemos que son muchos pequeños productores y que el cultivo, cosecha y empaque de ajo es demandante de una gran cantidad de mano de obra.
En el caso del durazno en conserva, las exportaciones son mucho menos importantes, alrededor de 20 millones de dólares de los cuales el 40% va al Brasil. De cualquier modo afecta al sector y más aún cuando se está en los inicios de la cosecha, en una actividad donde la industria está muy concentrada.
La situación problemática con Brasil se repite en otros productos: en cebollas más del 90% se exporta a ese país; en ciruelas desecadas con carozo, el 60%; en aceite de oliva y aceitunas en conserva, más del 80%; en peras en fresco, casi 40%.
Fuente: Losandes