El año pasado, Grecia gastó casi 12 millones de euros en la importación de 15.550 toneladas de tomates frescos desde la Antigua República Yugoslava de Macedonia, Alemania, Italia y los países del Benelux. Esto es lo que la mayoría de los países del norte de Europa hacen, la diferencia es que Grecia tiene el clima ideal para cultivar sus propios tomates.
¿Cuáles son las razones de la importación? Por ejemplo, el tomate holandés se produce utilizando los métodos de producción más modernizados a bajo costo y proporcionar una calidad y cantidad consistente, por lo tanto sus precios son bajos.
Actualmente el mercado de Grecia es caótico. En Creta, por ejemplo, las cooperativas entregan sus productos a los comerciantes sin un recibo, lo que significa que no tienen idea de que parte tiene su producto en el comercio. En cuanto a precios se refiere, según Aristóteles Panteliadis, CEO de the Metro cash-and-carry chain, los tomates importados no son más baratos que el promedio de las variedades locales, cuando se compran a granel. Pero el costo para el productor extranjero es mucho menor, dándole un mayor margen de ganancia.
"Los agricultores extranjeros tienen enormes invernaderos y métodos hidropónicos de producción. Es una agricultura de precisión que cubre las necesidades de las plantas, al mismo tiempo que conserva el agua, los nutrientes y, por supuesto el dinero", dice Constantinos Akoumianakis, Profesor asistente en la Universidad Agrícola de Atenas. Por otro lado, la mayoría de agricultores locales utilizan métodos anticuados y dudan en probar nuevas variedades que tienen una demanda en el mercado.
Sin embargo, el 2011 fue el primer año de muchos en que el país tuvo éxito en algunas exportaciones: 14.470 toneladas por un valor de sólo 6,2 millones de euros - aunque esto es un precio bajo.
La situación ha llevado a algunos agricultores griegos a cuestionar la forma en que están haciendo las cosas.
En la isla de Paros, Christos Lazanakis inició un invernadero hidropónico en el 2008, con la esperanza de aumentar la producción al tiempo que reduce sus costos operativos. "Hay que seguir una fertilización y régimen de riego muy específico para cada cultivo", explicó.
La compañía Wonderplant también se está moviendo hacia las líneas de alta tecnología, con una unidad hidropónica de 120 metros cuadrados en Drama, al norte de Grecia, esperando producir 7.000 toneladas de tomates durante todo el año. Aunque aún hay obstáculos, a pesar de que la tecnología es holandesa funciona bajo un ambiente griego – donde se está pagando el doble (60 euros por MW) por su energía que se haría si se basara en los Países Bajos.
Basado en información de: www.ekathimerini.com