
La fruta de origen asiática es considerada una de las más sabrosas del mundo y tiene un sabor similar a la de jabuticaba.
El mangostán llego al Brasil en la década de los 30 y es cultivado, principalmente, en los estados de Bahía y Pará. El fruto se adapta bien en zonas donde el clima es caliente y húmedo con lluvias distribuidas durante todo el año.
La fruta que ha llegado a alcanzar precios de R$ 7 la unidad, hoy llega a ser vendida en la región Sur a R$ 5 el kilo.
Los productores están más optimista ahora, porque la cosecha es mucho mejor. Al la del año pasado, la producción rindió 225 kilos la fruta, lo que corresponde a 150 cajas. Este año, el productor pretende recoger el doble.
Gran parte de la producción abastece el estado de Sao Paulo, donde cada caja con nueve a 16 frutas llegan a ser vendidas a R$ 30 dependiendo la cosecha.