Incertidumbre, presión de las centrales de compras y falta de fluidez en las pólizas de crédito, son algunos de los factores que según el presidente de la Mesa Nacional del Ajo, Julio Bacete, estarían influyendo en los bajos precios que registra en estos momentos el ajo español. Con todo, destaca no entender las razones que han dado la vuelta a las buenas previsiones que se barajaban a finales de mayo.
A lo largo del año, este sector cuya mayor producción se encuentra en Castilla-La Mancha, principalmente en la comarca de Las Pedroñeras, ha visto con pesimismo el resultado de la campaña; las inclemencias meteorológicas, marcadas por fríos intensos y una pertinaz sequía, hicieron que se barajaran los peores augurios. Por contra, los resultados han sido muy distintos.
La superficie de siembra se ha incrementado entre un 10 y un 15%, aunque según la evolución del cultivo, la previsión era que las pérdidas superarían ese aumento. Finalmente, y a falta de culminar la entrada en las cooperativas, las previsiones apuntan a que podría registrarse un aumento de producción entre el 5 y 15%. Con todo, no será hasta finales de este mes de agosto cuando se pueda realizar el cómputo final, lo cierto es que según apostilla Bacete, "lo que vemos es que se están haciendo entregas con más kilos de los que preveíamos".
Todo apuntaba a que los precios serían bajos. A finales de mayo todo el mundo hablaba de precios catastróficos, pero las noticias de la reducción de cosecha en países terceros junto al incremento del precio por tonelada rompieron la tendencia y se pasó a esperar un buen mercado. "Pero se está tardando mucho en convencer a los poderes de la gran distribución española y europea de que eso es así," apostilla Bacete.
Precios
La calidad del producto es excelente; la producción buena, la cosecha de países como Argentina y China se ha reducido en un 40%, y se ha pasado de los 1.700 a los 2.000 dólares por tonelada. Con estos datos, a finales de mayo se veía con mucho optimismo la evolución de los mercados, pero "sorprendentemente" no ha sido así. El precio de los ajos chinos ha llegado a superar al nacional, con cifras que han superado los 2 euros mientras el ajo producido en España estaba en 1,80 euros. El sector no puede explicarse por qué en estos momentos "tenemos el ajo más barato del mundo".
"No es comprensible que haya una diferencia de 30 ó 40 céntimos entre los ajos que vienen de China y los que se producen aquí. Es inexplicable, y dar alguna razón para que se dé esta situación es complicado. Creo que es un cúmulo de factores. Lo primero es que los operadores ya se habían acostumbrado a que este sería un mal año, de hecho desde finales de la campaña de 2011 y a principios de 2012, los precios –a todos los niveles– han sufrido un descenso de alrededor de un euro el kilo", dice Bacete. Otra cuestión es el dinero, los especuladores no han encontrado en los bancos la fluidez de crédito a la que estaban acostumbrados para realizar sus operaciones de compra. Esto junto a la presión de las centrales de compra, hace que la situación esté así".
Con todo, la esperanza se mantiene. Los productores no entienden que está pasando, pero sí que se están dando todos los elementos para que el mercado cambie de tendencia. Por esta razón, en lugar de buscar salidas rápidas, se está guardando el producto. De hecho, según ha destacado Bacete, la cooperativa manchega de segundo grado COOPAMAN está buscando cámaras para almacenar los ajos. "En junio no entendíamos que estaba pasando y en agosto seguimos sin entenderlo, por eso no estamos guardando todo el ajo".
Fuente: eldiadigital.es