El sector de la cereza de la provincia de Alicante ha cerrado la mejor campaña de cerezas de los últimos cinco años, con unos beneficios que rondan los ocho millones de euros. La ausencia de lluvias a lo largo de toda la temporada de recolección ha permitido recoger la cosecha sin ningún tipo de problemas, posibilitando al mismo tiempo que la calidad de la fruta fuese excelente. El 40% de la producción, asimismo, se ha destinado a las exportaciones, obteniendo de esta forma unos mejores precios.
Las condiciones meteorológicas registradas durante los meses previos a la campaña no invitaban precisamente al optimismo. El cerezo es un árbol que necesita horas de frío en invierno para poder descansar y afrontar con garantías la época de floración, y este año esas bajas temperaturas brillaron por su ausencia. Así las cosas, la cosecha quedaba reducida a cerca de cuatro millones de kilos, lo que supone aproximadamente la mitad del potencial de las zonas productoras, situadas principalmente en l'Alcoià, El Comtat, la Foia de Castalla, la Marina Alta y el Vinalopó.
Sin embargo, y pese a que la cosecha no ha sido todo lo elevada que cabía esperar, el dato positivo es que la lluvia, la principal enemiga de las cerezas, ha brillado por su ausencia durante toda la campaña de recolección, algo que no sucedía desde 1999.
Sin pérdidas añadidas
Según las fuentes consultadas por este diario, esta circunstancia ha permitido recoger todas las cerezas sin que se produjesen pérdidas añadidas, y que además la calidad de la fruta haya sido excelente.
Como consecuencia de ello, también se han podido reforzar las exportaciones, hasta el punto que se calcula que, alrededor de un 40% del total de la cosecha provincial, se ha destinado a países de toda Europa, fundamentalmente Francia, Inglaterra, Suiza e Italia, entre otros. La cereza en estos países se paga mejor que en los mercados nacionales, lo que ha beneficiado a los agricultores.
De acuerdo con la información facilitada, la campaña, al final, ha arrojado unos beneficios cercanos a los ocho millones de euros, lo que supone una muy buena noticia para un sector agrícola que ha ido encadenando una mala campaña tras otra por culpa de las adversas condiciones climatológicas.