Para los productores de castaña italianos, éste es el peor año que han tenido hasta ahora. La sequía de larga duración junto con los efectos de la avispa de las agallas (un insecto asesino) procedente de China, darán lugar a una cosecha pequeña, un 80% menos en promedio, y zonas enteras sin cosecha.
La avispa de las agallas ha estado dañando las plantas durante años, reduciendo drásticamente una producción que, hasta el año 2007, fue de alrededor de 50.000 toneladas. Durante años, las cifras han ido disminuyendo; -50% en 2010 y -70% en 2011.
A parte de los daños económicos, que ascienden a millones de euros, la situación actual lleva a que los campos sean abandonados.
Este año, la situación parece ser aún peor. Es probable que sea una temporada de pérdidas para las 34.000 empresas que operan en este negocio, que entre 1999 y 2007 generó unos ingresos de 46 millones de euros.
