Frutas de Cienfuegos sustituyen importaciones
Arnaldo Pérez Morales, director de esa entidad, declaró que debían tributar unas tres mil 900 toneladas de naranja y mango para su procesamiento en Ciego de Ávila con fines exportables y la pulpa para compota en la industria alimentaria de Cienfuegos.
El directivo explicó que en Cítricos Arimao tiene lugar una renovación de las plantaciones, envejecidas tras más de 20 años de plantadas.
Ello da respuesta al lineamiento 195 de la Política Económica y Social del Partido y la Revolución que refiere la necesidad de reanimar la actividad citrícola, incrementar la producción de otras frutas y asegurar la comercialización de sus producciones en los mercados nacional e internacional.
La recuperación del sector citrícola en la provincia comenzó en 2010 y hasta la fecha unas 200 hectáreas fueron demolidas y sembradas de posturas con alto poder genético, las cuales deben aportar producción según un ciclo de vida entre los cinco y siete años.
Esa labor continuará hasta el 2015 cuando culminarán la plantación de 665 hectáreas de naranjas, lima persa y mandarina, así como también incursionarán en sembrados de frutales diversos, entre estos piña, marañón, maracuyá y melocotón.
El año 1985 fue el de mayor producción citrícola en Cienfuegos, con récord productivo de 33 mil toneladas.
Desde entonces la edad de las plantaciones, unido a plagas que afectaron a ese renglón en todo el país y el paso en la primera década del siglo de tres huracanes como el Lili, Michelle y Dennis por Cienfuegos, dañaron los naranjales y mermó la producción.
Liliana Mederos Rodríguez, subdelegada de Ciencia y Tecnología en la delegación provincial de la Agricultura, manifestó que, además de esos esfuerzos el territorio fomenta unas 40 fincas más de frutales.
Por Onelia Chaveco / AIN