“El principal problema con la coliflor no es cómo la vendes, sino cómo ayudas a que la gente la consuma más", ha explicado Emmanuel Descloux, director de márquetin de Prince de Bretagne. “Ha supuesto una gran dificultad en Europa porque, durante los últimos diez años, ha habido muchas campañas animando a la gente a consumir más verduras, pero se sigue consumiendo la misma cantidad". Esto podría significar un problema para Prince de Bretagne, ya que, con 20 000 hectáreas de producción en la región de Bretaña, las coliflores son su producto más abundante.
“La calidad es una parte de la solución. Es muy importante porque el consumidor escoge el productos por la vista. La innovación es la otra. Hemos probado un montón de presentaciones diferentes para la coliflor en los últimos diez años. La que mejor funciona es la tradicional, por lo que decidimos insistir más en el aspecto tradicional de la coliflor. Estas navidades lanzaremos una nueva presentación con una pequeña caja de cartón (1 caja = 1 gran coliflor). La idea es que el consumidor se lleve la coliflor en la caja. Una vez se acabe la coliflor, podrá usar la caja como almacenamiento. Además, la caja también le da el aspecto de ser un producto único".
“Sabemos que tenemos competidores y sabemos que debemos ser siempre lo mejores posible", ha asegurado. "No queremos cambiar nuestra política". Aunque los competidores podrían ofrecer en ocasiones precios bajos y más uniformes durante toda la temporada con una calidad inferior, Descloux insiste en que no quieren competir a ese nivel.
“Nuestro producto depende totalmente de las condiciones meteorológicas", ha continuado. "Nuestro producto tiene vida, por lo que el precio dependerá de las condiciones meteorológicas. Esa unión inextricable entre las condiciones del campo y los precios de mercado deriva en que los consumidores tienen asegurada una alta calidad. Debido a que Prince de Bretagne es una cooperativa compuesta por productores independientes, no pueden ignorar ninguna máxima, lo que significa que el precio de sus productos refleja siempre el equilibrio entre condiciones meteorológicas y demanda.
“Lo que resulta original en nuestro sistema es que nosotros, como comerciantes de Prince de Bretagne, proponemos cosas y los productores deciden", ha añadido Descloux. "Los productores están al mando". Esa enorme autonomía del sistema se extiende a los transportistas y exportadores que se ocupan de las verduras una vez abandonan los campos de los productores. Porque todo el mundo es, en última instancia, independiente y responsable. El acuerdo significa que los consumidores siempre pagan por lo que quieren, que depende de las condiciones meteorológicas y de la calidad del producto, así que intentamos que este sea lo mejor posible.
“No podemos fijar el precio en la etapa de producción. La cantidad de coliflor disponible depende de las condiciones meteorológicas y de la demanda del consumidor: cuando hace frío, todos quieren comer coliflor, repollos, etc. Y cuando el invierno es demasiado suave, hay más producto, pero la gente no quiere consumirlo".
Respecto a eso, ha mencionado que trabajan sin descanso para rendir más, y siempre están en busca de nuevas formas de mejorar más sus productos. Pero cualquier avance debe ser moderado por un compromiso fundamental con la calidad, lo que ha dado forma a la empresa a lo largo de sus existencia.
“Queremos conservar nuestro modo de producción y venta", ha dicho. "Queremos conservar nuestra política de calidad".
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Emmanuel Descloux
Prince de Bretagne
Kerisnel - 29250 St Pol de Léon
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