Situada en lo alto de Norris Hill, en la carretera nacional 202 de Estados Unidos, en el oeste de la ciudad, Highmoor Farm lleva más de un siglo siendo el centro de investigación del cultivo de manzanas y otras frutas y verduras y del control de plagas.
La finca agrícola de Monmouth está formada por una casa de labranza, dos graneros grandes, dos laboratorios, una tienda, diez bodegas de almacenaje, dos politúneles y un invernadero en 278 acres con 17 acres de huertos de manzanos.
Ahora, la Estación de Experimentos Agrícolas de la Universidad de Maine encabeza la lucha contra una cepa de mosca de la fruta recién descubierta que supone una seria amenaza para los cultivos de bayas de Maine.
David Handley, un agente de extensión que lleva trabajando en Highmoor desde 1983, está detrás de los esfuerzos por detener a la drosófila de alas punteadas, la raza de mosca de la fruta originada en Asia que después emigró al sur estadounidense. Se detectó por primera vez en el noreste en el verano de 2011.
"Es bastante sencilla de matar si se tienen las sustancias químicas adecuadas", ha dicho. "El problema es que quizá se quiera usar un pesticida al mismo tiempo que se cosecha la fruta".El Servicio de Extensión Cooperativo de la Universidad de Maine también está presente en Highmoor Farm llevando a cabo su compromiso con la comunidad y educando con cerca de 200 productores comerciales en Maine. Esa investigación ahora está centrada en la nueva variedad de mosca de la fruta.
Greg Koller, superintendente de Highmoor Farm desde 2004, vive todo el año allí con su mujer y sus dos hijos adolescentes. Koller ha dicho que la tolerancia de la costra en los pepinos es una importante característica vegetal desarrollada en Highmoor Farm. Las manzanas Brock, una variedad dulce y jugosa que madura a principios de octubre, también se desarrolló en Highmoor.
"Investigamos la gestión de plagas integrada", ha dicho Koller. "Antes, solía ocurrir que se fumigaba de forma programada sin importar el qué. Ahora, tratamos de fumigar solo cuando se necesita. con esta nueva mosca de la fruta esperamos usar otros enemigos naturales de la mosca".
Durante el verano, Handley emplea a cuatro estudiantes de la Universidad de Maine que van a las plantaciones de bayas para comprobar las trampas para las moscas y otras plagas.
Muchas plagas no sobreviven al invierno de Maine, según cuenta Handley, pero la drosófila podría ser capaz de hacerlo.
Handley ha dicho que el plaguicida Spinosad, derivado de un hongo, por el momento ha demostrado ser muy efectivo contra las moscas.
"Podemos controlarlo, pero requiere mucho esfuerzo y el coste es alto", ha añadido Handley. "Se trata de una plaga nueva, así que todavía no hemos desarrollado ninguna alternativa. No creo que exista una solución sencilla para esto".
Fuente: onlinesentinel.com (en inglés)