El Centro Flamenco de Marketing de Agricultura y Pesca (VLAM) y Flanders Investment & Trade (FIT), organizó una reunión amistosa con Rumanía, en nombre de las subastas y exportadores belgas a comienzos de octubre. Rumanía se mostró como un mercado emergente con oportunidades de exportación para los productos hortícolas flamencos, de acuerdo con REO Actueel.
Temporada corta de cultivo
Rumanía es siete veces el tamaño de Bélgica y cuenta con 21,5 millones de habitantes. El clima continental con veranos cálidos e inviernos severos causan que la temporada de cultivo sea corta. Desde principios de mayo hasta finales de septiembre es la época de cosecha, de los cuales durante el primer y el último mes es principalmente en invernaderos. En Rumanía se cultivan tomates, pepinos, lechugas, coles, cebollas y zanahorias. Además, el país cuenta también con la agricultura y la horticultura a pequeña escala con muchos productores que tratan de vender sus verduras. En Rumanía apenas hay asociaciones de productores y fabricantes para que los productos se envasen con uniformidad o con la misma calidad en el mercado. Este es un gran problema para los supermercados rumanos, que también necesitan ser abastecidos con cantidades suficientemente grandes. En Rumanía hay una gran cantidad de supermercados y varios minoristas han hablado sobre el aumento previsto en el número de sus sucursales en un futuro cercano. Hoy en día Lidl tiene 144 tiendas en Rumanía y se dice que tendrá el doble en tres años.
Espacio amplio
Estos elementos confirman que hay un buen potencial en el mercado rumano para la venta de productos flamencos. Desafortunadamente, Rumanía está a 2.000 km de Bélgica, lo cual es un obstáculo difícil para la exportación de productos frescos diarios. Por otro lado los productos holandeses están presentes en los supermercados rumanos, pero en cantidades limitadas.
Basado en información de: REO Actueel
