"Empecé en avicultura desinfectando los establos. Durante varios, el trabajo ha aumentado con otros sectores, entre los que se encuentra la agricultura. Hoy en día estamos activos con un equipo 30 personas y controlamos el desarrollo de todas las nuevas técnicas de desinfección nosotros mismos. También tenemos instalaciones para formar al personal para que se conviertan en profesionales con el conocimiento de los medios, las técnicas y la seguridad. Somos conocidos por ofrecer trabajo a medida en todas las facetas de la higiene empresarial con programas de calidad tales como BRC y GlobalGap.
Los inicios
Hace años, a Paul van Eck se le acercó un productor de pepinos con la pregunta de que si Paul podría ayudarle con la desinfección de su invernadero. "Este productor sabía que yo desinfectaba estables enormes", dice Paul. "Así empezó todo. Al final, desarrollamos el primer Turbofog, con el que aplicamos desinfectantes con presiones altas. Funcionó de maravilla y los productores estaban entusiasmados. Por el país corrió como la pólvora que desinfectábamos invernaderos de forma rápida y eficaz. Ahora, diez años después, tenemos trabajando con Turbofog un total de ocho equipo, por lo que somos muy flexibles.
Con el paso de los años, muchos horticultores ya sabían dónde encontrar a Van Eck en la época de cambio de cultivos. "Estamos activos en cualquier punto de los Países Bajos, pero también tenemos clientes en Bélgica, Alemania, el Reino Unido e incluso Grecia y Turquía", explica Paul. "Aunque pasar siete días en un camión para desinfectar un invernadero en cuatro horas es más bien un pasatiempo", bromea Paul. "Estas son algunas de las aventuras y experiencias únicas cuando se viaja con una máquina". No obstante, apuesta por la desinfección de invernaderos en el extranjero. "Viajar a España o Italia es, por supuesto, más rápido, y en esos países la higiene es también cada vez más importante".
Marc van Eck, Paul van Eck y Richard van Lierop
Doble seguridad
En Van Eck saben que la higiene cobra cada vez más importancia en la horticultura neerlandesa. "En los últimos cinco años no ha habido muchos horticultores que hayan corrido el riesgo de saltarse una desinfección", explica Richard van Lierop. "A menudo nos damos cuenta de que en la mayoría de los casos es necesaria una desinfección doble. Entonces, desinfectamos dos veces: la primera vez con formalina cuando el invernadero está vacío. Después, cuando la cubierta y la lana de roca nuevas están colocadas, aplicamos un tratamiento extra con niebla fría de peróxido de hidrógeno y ácido periacético. Es un tratamiento final perfecto. Para este trabajo también hemos desarrollado máquinas nosotros mismos, que con una boca de manguera especial y presión alta produce un vapor fino".
Formalina
El uso de desinfectantes, especialmente en la época de cambio de cultivos, a menudo se asocia con peligro para la salud pública. La desinfección del invernadero con formalina o peróxido de hidrógeno es una actividad especializada que solo puede llevarse a cabo de modo seguro y adecuado por profesionales con la maquinaria correcta. "La formalina es bastante segura siempre y cuando se manipule adecuadamente", dice Paul van Eck says. Es un modo fiable y permitido para la perfecta desinfección de invernaderos".
Richard señala que muchas de las "leyendas urbanas" que se cuentan sobre los peligros de la formalina no dicen toda la verdad prácticamente nunca. "Cuando se usa formalina en un invernadero es necesario saber lo que se está haciendo. Por esa razón, siempre trabajamos cumpliendo estrictamente el protocolo de seguridad. Aconsejamos a todos los horticultores en general que aplique un sistema de control de la temperatura y la ventilación de su invernadero. Siempre y cuando se sigan estos consejo, todo irá bien y se podrá entrar en el invernadero sin peligro cuando nosotros lo permitamos".
Protección vegetal
Una pauta distinta instaurada por Van Eck es el uso de medios de protección vegetales. "Los productores nos piden cada vez más que apliquemos medios de protección de los cultivos con la niebla fría", dice Richard. "La protección vegetal significa, por ejemplo, proteger la madera blanda alrededor del tronco interior. Las orugas y otras plagas son caras. Los productores y los asesores no quieren correr más riesgos usando las soluciones de forma incorrecta, porque, por supuesto, significaría gastar dinero dos veces. Por esa razón deciden dejárnoslo a nosotros. Con nuestras máquinas de niebla podemos aplicar el producto de forma rápida en todo el invernadero de un modo profesional. La calidad de la niebla es tan alta que el producto llega hasta el final de los pasillos más largos. Es única, y con ella proporcionamos la protección perfecta. Además, le ahorramos al productor mucho tiempo y muchas molestias. Este tipo de trabajo, como la nebulización, lo realizamos siempre que se solicite".