España: Cae un 75% la producción de cítricos
Si en la década de los años noventa la cooperativa comercializaba 2.000 toneladas de cítricos (en todas sus variedades), en el último ejercicio la entidad apenas pudo canalizar 500 toneladas. El presidente de la cooperativa agrícola Sant Bartomeu atribuyó esta drástica bajada en la producción "al constante y paulatino abandono de los huertos de Sóller", que, a su juicio, "responde a la bajada de rentabilidad de estas pequeñas producciones agrícolas que no sale a cuenta mantenerlas". A pesar de ello, para Orell, este dato "es muy preocupante" teniendo en cuenta que "Sóller es conocido internacionalmente como el valle de los naranjos", por lo que cree que el abandono de los huertos de naranjos "supone además una perdida paisajística muy importante para el municipio".
La pérdida de competitividad que sufren los cultivos de cítricos del valle hace que la cooperativa se encuentre ante la disyuntiva de tener que importar naranjas de otras zonas productoras para poder abastecer el mercado y sus clientes. Esto se produce durante los meses de invierno cuando la cooperativa agota las existencias de naranjas producidas en Sóller "porque no podemos dejar a nuestros clientes desabastecidos".
Pero ¿qué ocurre para que los huertos se abandonen? Para Jaume Orell la clave está en los altos costes de mantenimiento que conlleva el tener unos cítricos en buena salud. Los frutales necesitan ser cuidados, abonados y podados, unos costes que se hacen insoportables para el pequeño productor solleric teniendo en cuenta el precio de mercado que consiguen las naranjas y limones que se producen en estos huertos. Por si fuera poco, las plagas que afectan a los árboles acaban por mermar la producción.
A pesar de todos estos problemas e inconvenientes, Orell no se da por vencido. Para la próxima primavera, prevé abrir al público el centro de interpretación que está habilitando la cooperativa de Sóller para difundir a los visitantes los valores del cultivo de cítricos y olivos del valle. Este centro forma parte del proyecto Capvespre, que cuenta con la financiación del Govern y el Ministerio de Agricultura.
Fuente: diariodemallorca