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Mejoran la calidad del durazno para la industria argentina

Atendiendo a las constantes dificultades que sufren los productores de duraznos en Argentina, María Fabiana Drincovich, investigadora del Concejo Nacional de Investigaciones Científicas y Técnicas de Argentina (Conicet) y de la Universidad Nacional de Rosario, decidió investigar la forma de extender la vida útil de este fruto, así como mejorar su calidad organoléptica y nutricional.

“La iniciativa fue de un investigador del INTA de San Pedro, en Buenos Aires, que trabaja en el área de post cosecha desde hace mucho tiempo, tratando de atender la problemática de los productores y de aplicar algunas de las tecnologías para aumentar el tiempo post cosecha o disminuir el daño por frío”, comentó Drincovich.

“Así, empezamos a ver la forma de desarrollar un proyecto que consiste en aplicar técnicas para identificar metabolitos y proteínas que puedan proteger el fruto del daño por frío y aumentar la calidad y vida post cosecha”, dijo.

De esta forma, el grupo de investigadores comenzó a realizar pruebas en duraznos en distintas condiciones, aplicando diversas tecnologías para detectar posibles compuestos que ayuden a disminuir el daño por frío y aumentar la vida útil post cosecha.

“Aplicamos las técnicas metabolómica, proteómica y transcriptómica e identificamos compuestos químicos, proteínas y transcriptos con los que creamos un listado con distintos compuestos que protegen frente al daño por frío y que podrían mejorar la calidad de los frutos”, aseguró.

“Ahora, lo que estamos haciendo, junto con el grupo de mejoramiento del INTA de San Pedro, es analizar el contenido de los compuestos y ver como varían en estas distintas variedades de durazno para después colaborar en un programa de mejoramiento”.

“Estamos analizando el rol molecular de algunas de estas proteínas -que consideramos muy importantes- también en tomates. Este también sufre daño por frío, entonces tamos viendo que compuestos pueden participar”, señaló.
A raíz de lo anterior, los investigadores del INTA están analizando los resultados obtenidos y seleccionando aquellos compuestos y variedades de durazno que se muestren más resistentes al frío.

“Analizando, hemos seleccionando distintas variedades con distintas propiedades y tenemos los resultados del contenido. Con esto vamos a seleccionar variedades que puedan tener propiedades beneficiosas y así ver si podemos participar en un programa para mejorar, finalmente, el fruto”, dijo.

“El objetivo final sería desarrollar una variedad con propiedades y calidad mejorada en cuanto a su vida post cosecha y a su calidad organoléptica y nutricional. La idea es generar una variedad que tenga propiedades mejoradas, que -a lo mejor- pueda ser cultivada en distintas épocas del año y que pueda ser una buena posibilidad para los productores”, finalizó Drincovich.


Fuente: portalfruticola.com
Fecha de publicación: