Johan van Niekerk, presidente del SA Tablegrapes (el organismo que representa a los productores de uva de mesa de Sudáfrica), y los presidentes de sus asociaciones representativas de las regiones, y sus miembros se comprometieron plenamente a la transformación continua de la industria y al cumplimiento de la legislación laboral de Sudáfrica.
Los progresos realizados para garantizar la acreditación ética independiente bajo la Iniciativa para la Sostenibilidad de Sudáfrica (SIZA) se considera como una base sólida para el desarrollo y la mejora continua. Según las auditorías independientes en el marco de SIZA, la industria está en el camino correcto en términos de progreso hacia el mejoramiento de las vidas de muchos de sus empleados.
Anualmente, la industria, a través de SATI, invierte el 20% de los ingresos (22 millones de rands, 1,6 millones de euros) en apoyar el desarrollo de los productores emergentes con distintos programas de plantación, apoyo, necesidades de capacitación, visitas a nuevos mercados y visitas a empresas prósperas. La industria ha desarrollado materiales de formación estándar para todos los niveles de los trabajadores y así promover el mejoramiento de los niveles de cualificación y la movilidad de las personas que trabajan en las fincas.
Recientemente, también se ha apoyado la mejora de los métodos de educación en guarderías para hijos de trabajadores agrícolas, renovación de clínicas para las comunidades que viven en y alrededor de las fincas y se ha proporcionado formación en alfabetización para jóvenes y trabajadores adultos por igual. Además, en los últimos cuatro años, la asociación de la industria ha ayudado con una financiación de 100 millones de rands (7,4 millones de euros) para la transformación basada en las iniciativas del Gobierno y del extranjero.
Los detalles y la eficacia de estas iniciativas son controlados y verificados por el Consejo Nacional de Comercialización Agrícola (NAMC) del Gobierno anualmente. Así, la industria de la uva de mesa contribuye al desarrollo de la plataforma de comercialización SIZA, que es ampliamente reconocida por los principales minoristas internacionales como una fuente para la verificación de hechos y estadísticas relativas al cumplimiento de las normas de salud y seguridad, así como la adhesión a los salarios mínimos. Además, ofrece asistencia y propone medidas correctoras para que los productores puedan embarcarse en un proceso de mejora continua en materia de bienestar de los trabajadores, de las condiciones de trabajo y de calidad de vida.
Actualmente, cerca del 11% de 14.000 hectáreas de tierra dedicada a la producción de uva de mesa está en manos de los agricultores emergentes. A través de un programa de plantación, los productores de uva de mesa han apoyado la sustitución de las variedades no deseadas y la reforma agraria de fincas antiguas con cultivos más lucrativos. Por otra parte, este programa ayuda a los productores emergentes a acceder a los mercados que, de otra forma, no podrían lograr. La mayoría de las empresas participantes ya han visto una mayor rentabilidad como resultado de esta iniciativa.
En los últimos años, la industria ha estado bajo una fuerte presión económica, ya que sus mercados tradicionales del Reino Unido y la Unión Europea entraron en una profunda recesión, lo que ha afectado al objetivo de la sostenibilidad futura de la industria, y se ha expresado la preocupación por la creación de empleos por parte tanto de la industria como del Gobierno. SATI cree que a través de los éxitos y las lecciones aprendidas en las iniciativas antes mencionadas, la industria está en condiciones de tomar decisiones y tener un desarrollo sostenible, ya que trata de mantener su posición como fuente primaria de algunas de las mejores uvas de mesa en el mundo.
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Rhomona Gounden
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