"Uruguay: "El tamaño de los berries sí importa y mucho”"
El aumento en la oferta de frutillas se corresponde con las zonas de producción de esta fruta en Uruguay, que se divide en dos polos. Por un lado, en el litoral norte los niveles más fuertes de producción están entre los meses de mayo y junio; mientras que a fines de setiembre y principios de octubre incrementa la producción en el sur del país.
“Fundamentalmente es en el departamento de San José que al sumarse a la oferta del norte determina y explica estos picos de oferta, que a su vez explican los bajos precios que el producto alcanza y lo accesible que se vuelve para los consumidores”, mencionó Pablo Pacheco de la Unidad de formación y promoción del Mercado Modelo.
“En el caso de frutas y hortalizas el tamaño sí importa e importa mucho”, aseguró Pacheco y explicó que las dimensiones de la frutilla se corresponden con su período de cosecha. Así es que en esta época, al estar en transición de zafra, en el comienzo de la cosecha del sur la planta recibe mayor alimento y fuerza; y eso determina el gran tamaño que tienen en las últimas tandas. Además, en comparación con anteriores partidas que venían de la cosecha del norte ya en su etapa final, la diferencia es grande.
Esto no tiene relación directa con el gusto de la frutilla, aunque se dice que cuánto más grande es la fruta el gusto es peor, mencionó Pacheco.
El ciclo de la planta de la frutilla permite que haya producción en gran parte del año aunque no a precios tan accesibles. La planta empieza a largar flores a la vez que otras partes ya están prontas para su cosecha y eso extiende su período de duración. “En Salto arrancaron a cosechar en el mes de mayo y todavía están cosechando frutillas de las mismas plantas”, ejemplificó Pacheco.
Los mayoristas consiguen en oferta cuatro kilos de frutillas a $120, lo que se corresponde con $30 el kilo, y aunque el precio para la venta al consumidor se ajusta luego con los minoristas para su venta en la calle, el precio continúa siendo accesible.
Esta situación impulsa a los productores a buscar otros destinos para su producción que empiezan a comercializar la fruta en la industria para la producción de mermeladas o yogures, por ejemplo. Este proceso difiere de la venta para consumo fresco de frutillas, ya que debe someterse al despalillado y acondicionamiento de esta.
Fuente: 180.com.uy