La hortaliza española no consigue repuntar en los mercados internacionales
Una prueba de estas diferencias se puede encontrar en los precios de los mercados en la semana 43, la que va del día 21 al 27 de octubre. Por poner un ejemplo, en el mercado londinense los pimientos procedentes de España siguen cotizando muy por debajo de los neerlandeses. En la citada semana 43, el precio más frecuente al que cotizaron los pimientos españoles en Londres fue de 1,08 euros por kilo, mientras que los que llegaron desde los Países Bajos lo hicieron a 1,83 euros por kilo, es decir, un 69,44 por ciento más caros que los españoles, según los datos procedentes del Ministerio de Economía y Competitividad, elaborados por la Junta de Andalucía.
También en el mercado parisino de Rungis las diferencias juegan a favor del país de los tulipanes, ya que mientras el precio modal de los pimientos españoles era de 1,13 euros por kilo, los neerlandeses superaban la cifra de 1,30 euros por kilo.
Estos datos demuestran que aún queda mucho por hacer a nivel de promoción, de gestión de mercados, exigencia en cuanto a la presentación del producto y otros aspectos que, aunque menores, van determinando las preferencias del consumidor por otros productos, incluso estando en desventaja en lo que se refiere a sus propiedades organolépticas y vitamínicas.
Otras hortalizas
En el mercado de París, la berenjena española cotizaba (precio modal o más frecuente) a 90 céntimos de euro, frente al precio de 1,45 euros por kilo al se vendieron las que llegaron de los Países Bajos. Las diferencias desaparecieron, sin embargo, en el mercado londinense, ya que la berenjena de ambas procedencias cotizó al mismo precio, a 1,06 euros por kilo.
En cuanto al calabacín, la comparación más lógica que podemos hacer es la del mercado de Londres, con producto procedente de España y Francia. En ese mercado, el calabacín español, que cotizó a 1,25 euros por kilo, supera al francés, que no pasó de 0,82 €/kg. Sin embargo, en el mercado mayorista de Toulouse el francés se vendió a 1,24 euros el kilo, mientras que el español se quedó en 1,18 €/kg.
Con referencia al tomate, en Londres el larga vida alcanza el mismo precio para los procedentes de España y los de los Países Bajos: 0,87 €/kg. En el tomate pera, el español, con 1,17 euros por kilo, saca ventaja al neerlandés, que se quedó en 97 céntimos por cada kilo. Sin embargo, en el cherry, los Países Bajos vuelven a destacar con un precio de 4,06 €/kg, frente a los 2,25 euros por kilo, precio al que se vendió el español.
Comparando con el tomate procedente de Marruecos, sin especificar variedades, en el mercado de París se igualan los precios para el español y el marroquí, en los 0,65 euros/kilo, mientras que en el de Perpiñán el español se vendió a 48 céntimos, frente a los 54 a los que cotizó el marroquí.
Fuente: hortoinfo.es