Los rusos desconocen el motivo de esta situación, pero ha provocado que los importadores se hayan mostrado desconfiados y frente a las 150.000 toneladas previstas de exportar de Marruecos a Rusia, se quedará en 105.000 toneladas.
Esta realidad ha provocado que los operadores rusos hayan contactado con sus proveedores de Bélgica y Países Bajos para que traten el precio con exportadores españoles y busquen partidas que satisfagan las necesidades de los mercados rusos.
Hasta la fecha no hay reacción por parte de los españoles, ya que existe cierto respeto por la situación financiera de algunas empresas y habrá que esperar el comportamiento de los productores españoles a la petición de los intermediarios europeos.
Fuente: fyh.es