Laborín Gómez explicó que esto también depende del mercado y de la oportunidad con que se coloca el producto: "Hay productores que salen muy temprano y tienen mejor precio, otros no, cada variedad y empaque tiene su precio", destacó. Indicó que tiene mucho que ver la calidad del producto y el tipo de empaque en que se oferta al mercado.
La comercialización, según Gómez, depende mucho del volumen y del trabajo que se realiza, "también del producto competidor directo, como (...) lo que se conoce como fruta de hueso, si viene baja tenemos una oportunidad mayor, si hay mucha cereza y barata se nos complica más el mercado, depende del volumen que traigamos, así como de la calidad".
Comentó que la calidad y el clima van de la mano, apuntó que los productores de uva no manejan expectativas hasta el mes de abril: "Sería muy similar al actual porque no estamos creciendo mucho en superficie, se han ido sustituyendo viñedos viejos por nuevos".
Explicó que hay ciertos viñedos que se encuentran cronológicamente jóvenes, porque fueron plantados para producir 1.000 cajas y después de quince años siguen produciendo esta cantidad, "pero ya no es rentable producir 1.000 cajas, hemos desarrollado e importado tecnología para que ese mismo viñedo produzca 1.500 cajas y sea rentable".
Mencionó que el 100% de las 12.000 hectáreas de uva sembradas en Sonora, principalmente en la zona de Pesqueira, Hermosillo, Caborca y Guaymas, donde se está incursionando, se encuentran tecnificadas en sus sistemas de riego. El 80% de la producción se obtiene en Hermosillo.
Sonora produce alrededor del 95% de la uva a nivel nacional, "exportamos el 97%".
Fuente: TRIBUNA