"España: "Campaña desastrosa para la naranja Navelina"
La importancia de esta variedad en el panorama citrícola valenciano es evidente, pues representa el 44% de la producción de naranja y el 23% del total citrícola.
El argumento esgrimido por los operadores comerciales para dejar de recolectar buena parte de la cosecha es el bajo calibre de la fruta y así únicamente se recolectan en el campo aquellos calibres superiores a los 70 milímetros, aunque en contra de lo anterior cabe señalar que en la pasada campaña se recolectaban los de 67 milímetros.
El problema, por tanto, es otro a juicio de La Unió y se debe más bien a la falta de demanda en el mercado hacia la naranja española. Las producciones de nuestra Navelina y las procedentes del Cono Sur se han solapado este año en los mercados. La campaña española, por las condiciones meteorológicas especiales de este año, vino atrasada y la del Cono Sur también, lo que motivó que algunos operadores comerciales se apresuraron a competir con una naranja sin tener todavía las condiciones adecuadas para comercializar con otra de buena calidad importada. El resultado ha sido el hundimiento del mercado de la naranja Navelina y la preocupación por ver cómo afectará a las otras variedades más tardías.
La única opción que les está quedando a los agricultores es venderla para zumo con unos precios irrisorios, 0,07 euros el kilo si la recoges y la llevas tu al almacén o 0,025 euros el kilo si te la recogen en el campo y se la llevan. Los costes de producción de la variedad Navelina, según los datos del Instituto Valenciano de Investigaciones Agrarias (IVIA), son de unos 0,22 euros el kilo
Las consecuencias para los productores son graves, pues el hecho de que se le recoja menos cosecha o se le pague poco por su fruta provocará una importante pérdida de ingresos, pero también una reducción de trabajo muy grande en almacenes y menos trabajo para los recolectores, que tendrán una inferior protección social añadida para el resto del año (menos días cotizados implica menos derecho al paro). También ocasiona problemas de seguridad en el campo, pues los campos parecen no recolectados y son atractivos para los robos al existir almacenes fantasma que se dedican a comprar fruta hurtada.
En zonas como por ejemplo la Ribera, en la provincia de Valencia, donde se concentra el 28% de la producción de Navelina, la situación puede ser dramática para los agricultores, que van a tener grandes pérdidas y no podrán reinvertir en su explotación para hacerla más competitiva; así como para las cooperativas que están sobredimensionadas ya con unos costes fijos.
Fuente: Elperiodic.com