Aunque las condiciones meteorológicas han contribuido a un comienzo tardío de la cosecha de arándanos de este año en Carolina del Norte, se prevé que los volúmenes sean mayores que los de la temporada anterior.
“Comenzamos a cosechar un poco más tarde de lo normal este año”, indica Julie Woodcock, coordinadora ejecutiva del North Carolina Blueberry Council. “La cosecha empezó el 19 de mayo y se retrasó porque las noches frías retardaron un poco las cosas”. El suministro de berries para el mercado del fresco está previsto que dure hasta finales de este mes, y la disponibilidad de los arándanos Rabbiteye, que se destinan al procesado, está prevista hasta julio. Se calcula que esta temporada se recolectará más fruta que la anterior.
“Yo no creo que sea incorrecto prever un aumento del volumen de en torno al cinco por ciento”, asegura Woodcock. “Esta es una de las temporadas más fuertes. Hay tanta fruta que es increíble”.
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Julie Woodcock
North Carolina Blueberry Council
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