Unos científicos cultivan espárragos en meteoritos para la agricultura espacial
“Se ha estado hablando mucho sobre terraformación, pero lo que estoy tratando de hacer es aportar pruebas concretas de que es posible hacerlo, de que es posible cultivar en materiales extraterrestres”, afirma Michael Mautner, un investigador de la Universidad Virginia Commonwealth y uno de los pocos “astroecologistas” del mundo. “Lo que he hallado es que un cierto rango de microorganismos (bacterias, hongos e incluso espárragos y patatas) pueden sobrevivir con los nutrientes que contiene el material extraterrestre”.
Los asteroides y los meteoritos contienen a menudo fosfatos, nitratos e incluso agua de la que se pueden alimentar las plantas. Mautner opina que no está fuera de lo posible cultivar directamente ciertas plantas en otros planetas, en algún tipo de ambiente protegido.
Evidentemente, Mautner no esparce sin más en un meteorito, ha molido algunos para conseguir algo parecido a tierra de cultivo. Su plan es encontrar varias plantas diferentes y tierras extraterrestres válidas para el cultivo y utilizar sus experimentos para desarrollar un sistema de puntuación para las combinaciones que es posible que mejor funcionen, una especie de almanaque del agricultor interplanetario, si se quiere.
Obviamente, Mautner está haciendo sus experimentos en la Tierra y hay que coger sus resultados con pinzas porque no está teniendo en cuenta ni la falta de oxígeno ni las diferentes condiciones de gravedad en los otros planetas.
“Las condiciones fuera de la Tierra son presumiblemente anaeróbicas, y eso es otro orden de magnitud en dificultad”, explica, “pero si podemos encontrar cosas que pueden cultivarse en materiales extraterrestres bajo condiciones terrestres, podremos empezar a trabajar en ellos. A lo mejor podemos empezar a usar esos materiales en ambientes artificiales que contengan oxígeno”.
Mautner asegura que, en nuestras vidas, quizá podamos crear miniecosistemas, “quizá una mezcla de organismos más tolerantes y extremófilos pueda adaptarse a diversas condiciones”, colocarlos en rocas y lanzarlos hacia planetas prometedores.
“Si empezamos a gestionar estas plantas y microbios, podremos ayudar a garantizar la vida en otros planetas durante millones o billones de años, concluye.
Fuente: motherboard.vice.com