Giumarra Nogales envió las sandías cultivadas en Hermosillo, Sonora, (México) hasta Jessup, Maryland (EE. UU.) en un vagón refrigerado de 50 pies en mayo. Esta fue la primera vez en décadas que el producto cultivado en México se enviaba en tren.
Trabajando con Pacific Brokerage, con sede en Nogales, Giumarra coordinó un envío completo de melones, que llegaron a su destino en buenas condiciones. Un vagón puede contener hasta tres cargas de camión de producto.
“Aunque nuestro envío se topó con algunos retos, creemos que el éxito general del trayecto demuestra que las sandías son lo bastante robustas como para soportar un envío y tren, y podría ser una opción viable para nosotros en el futuro”, explica Gil Munguia, gerente de división de Giumarra Nogales.
Cesar Pacheco, gerente de ventas de Giumarra Nogales, trabajó con J.B. Manson, de Pacific Brokerage, durante más de tres años para buscar una empresa ferroviaria que quisiera participar en el proyecto. Sus esfuerzos dieron fruto en la Comisión Arizona/México y el Puerto de Tucson, del estado de Arizona.
Gracias al esfuerzo de Pacheco y Manson, Union Pacific y CSX Corporation accedieron a participar en un programa piloto con Giumarra.
“Con el éxito de nuestro primer intento, esperamos acabar con el escepticismo y atraer la atención hacia el ferrocarril para futuros proyectos”, señala Pacheco. “Podemos transportar una tonelada de mercancía más de ochocientos kilómetros con solo cuatro litros de diésel con el tren. Creemos que esto ayudará a minimizar la huella de carbono de los envíos de larga distancia”.
Giumarra tiene previsto enviar melones amarillos, calabazas y pepinos con el programa piloto de tren. El próximo envío previsto partirá hacia Chicago, Illinois, en un vagón de 64 pies.
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