La carga microbiana es un problema serio para el melón cultivado en tierra en contacto directo con cualquier sustancia orgánica, y la porosidad y rugosidad de su superficie permiten a los microorganismos adherirse bien a la pulpa en el momento del corte. Esto hace necesario estudiar las opciones tecnológicas adecuadas para aplicar en la fase de procesado mínimo, desde el lavado del melón sin cortar hasta el envasado de la fruta de ya cortada.
Unos científicos italianos de la Universidad de Foggia, en colaboración con el Proyecto QUAFETY europeo sobre la inocuidad y la calidad del producto hortofrutícola de IV gama, han llevado a cabo un estudio sobre el melón (Cucumis melo L.) y han investigado varias operaciones de procesado mínimo para seleccionar:
- el mejor tratamiento de lavado del melón entero antes del corte;
- el tratamiento de inmersión óptimo para reducir el pH del melón cortado;
- el mejor sistema de revestimiento, en términos de matriz polimérica y su concentración, para preservar la calidad y la inocuidad de la fruta;
- la mejor lámina de cierre, en términos de propiedades de transporte de gases;
- las mejores condiciones establecidas en cada paso combinadas para prolongar la vida útil.
Los resultados mostraron que el lavado del melón entero de acuerdo con un protocolo preciso, la inmersión de la pulpa en aceite esencial, seguido de un recubrimiento de una solución de alginato de sodio y un envasado con film de polipropileno orientado (de 40 micras de grosor) garantizan una vida útil de más de dos semanas en comparación con las muestras de control, que mantenían unas condiciones aceptables durante menos de una semana.
Contacto:
Amalia Conte, Alessandra Danza, Marcella Mastromatteo, Matteo Alessandro Del Nobile - Departmento de Ciencias Agrícolas, Alimentación y Medio Ambiente, Universidad de Foggia, Italia.
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