Luciano Frederick Puyod III, vicepresidente de agronegocio de la Cámara de Comercio e Industrias de de Davao, dice que los estrictos estándares fitosanitarios impuestos sobre los exportadores hacen todavía más complicado penetrar en este mercado.
Además de por las normativas más estrictas, señala que los exportadores de Mindanao también están afectados por la disputa territorial vigente entre China y Filipinas en la parte occidental del mar de Filipinas.
Si en el lote se encuentra un solo insecto, inmediatamente se le denegará la entrada, lo que se traducirá en enormes pérdidas de beneficios para los exportadores, si se llega a exportar.
A raíz de la prohibición de bananas filipinas en China en 2012, los exportadores de esta fruta perdieron 174 millones de pesos filipinos a la semana.
China suponía el 70 por ciento de las bananas Cavendish procedentes de Mindanao. Desde entonces, los exportadores encontraron un nuevo mercado de Oriente Próximo.
Puyod añade que el coste de producir bananas es otro reto al que se enfrenta la industria. En comparación con Indonesia, en filipinas el coste del fertilizante es mucho más elevado.
Pese a las dificultades, Puyod es optimista sobre que los productores de bananas de Mindanao pueden competir bien en la Comunidad Económica de la ASEAN, pues todavía hay un buen número de grandes y pequeños agricultores que producen bananas.
Subraya la necesidad de estar listos para la apertura de la comunidad del mercado único el próximo año, que ofrecerá mayores oportunidades a los agricultores.
Sin embargo, Puyod no puede determinar si la enorme demanda procedente de las economías miembros es suficiente para que los exportadores filipinos reduzcan su dependencia en el mercado chino.
Fuente: sunstar.com.ph