El presidente de la organización dedicada a la salud del kiwi, Peter Ombler, dice que Kiwifruit Vine Health ha mantenido conversaciones con el Ministerio de Industrias Primarias y espera compartir la responsabilidad conjunta con procedimientos de colocación de trampas para la mosca de la fruta.
"Actualmente, esto corresponde al ministerio, pero estamos dialogando con ellos sobre lo que se podría mejorar. Les hacemos preguntas como si tenemos trampas suficientes, porque a nosotros nos da la impresión de que en Bay of Plenty se necesitan algunas más".
Según Ombler, tiene sentido que la industria del kiwi participe.
"Podríamos tener más trampas colocadas en los huertos y podríamos tener horticultores o centros de control de plagas poscosecha retirando las trampas".
La mosca de la fruta de Queensland (Australia) es la mayor amenaza para la industria en estos momentos.
"Recientemente se han detectado dos casos en Whangarei, por lo que, sin duda, parece ser un riesgo emergente todavía mayor en la costa oriental de Australia".
El endurecimiento de las multas en la frontera y la concienciación de los neozelandeses de los riesgos que este problema supone para la bioseguridad son otras de las cuestiones abordadas.
El gerente del servicio de vigilancia y de investigación de la incursión del Ministerio de Industrias Primarias, Brendan Gould, dice que la industria del kiwi ha firmado hace poco un acta de acuerdo bajo el programa de Acuerdo entre el Gobierno y la Industria para el trabajo conjunto en la preparación y respuesta ante las plagas y enfermedades prioritarias —como la mosca de la fruta— y para gestionarlas en caso de incursión.
En el Programa Nacional de Control de la Mosca de la Fruta se cuentan con alrededor de 7.500 trampas, unas 355 de ellas en Bay of Plenty.
Fuente: nzherald.co.nz