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Grecia: Posibles beneficios a partir del cultivo de uchuva

La uchuva es una fruta tropical conocida por muchos nombres en todo el mundo. Se trata de una planta herbácea cultivada en las regiones tropicales y subtropicales, que hoy en día se desarrolla bien en muchas partes del sur de Francia y Turquía.

Como señala el agrónomo Cassander Gatsios, esta fruta exótica es similar a muchas otras especies comestibles muy conocidas, como los tomates, las berenjenas, las patatas, etc. Se cosecha cuando el fruto adquiere un color amarillo anaranjado, después de lo cual han de conservarse en cámaras frigoríficas durante tres días. Si la fruta no se cosecha, puede aguantar hasta cinco meses, siempre y cuando la humedad sea muy baja.

Los principales países productores son Colombia, Perú y Ecuador. En Europa, más de 2.500 toneladas de uchuvas colombianas se importan cada año, principalmente por los Países Bajos y Alemania, que suponen el 70% de todos los envíos, seguidos del Reino Unido, con el 25%.

Grecia ha hecho algunos intentos aislados de cultivarla en el pasado, en particular en Creta, pero debido a una deficiente organización de marketing, la fruta no ha tenido mucho éxito. Sin embargo, en los últimos años en el país vecino, Turquía, los esfuerzos han dado fruto y el producto ya registra buenas ventas y precios bastante buenos por kilo.

En Grecia, las uchuvas se importan desde los Países Bajos (de origen colombiano), que se venden en envases de 1,2 kilos; el precio medio de venta en los mayoristas oscila entre 7,5 y 8,5 euros por kilo.

Estas frutas contienen grandes cantidades de beta-caroteno y vitamina C. Se consumen en fresco, en combinación con otras frutas y en muchos productos de repostería, así como en platos gourmets.

Son pequeñas, miden entre 1,5 y 2 centímetros, y suelen ser suaves, de color entre amarillo y naranja intensos y bastante jugosas, con un característico sabor ácido. En el interior, contiene numerosas pequeñas semillas y cuando está madura es muy dulce.

Esta planta debería cultivarse en lugares con una buena exposición al sol o en semisombra. Prefiere los suelos con un pH cercano a 7, bien drenados y ricos en materia orgánica.


Fuente: ethnos.gr
Fecha de publicación: