La pera Rocha debe su nombre a Pedro António Rocha, quien la identificó por primera vez en 1836 en su propia finca de Sintra. No fue hasta los años 60 y 70 cuando empezó a ganar popularidad en Portugal y comenzó a propagarse su producción en el oeste de país. A partir de la década de los 90 se disparó su producción a la vez que se intensificó su internacionalización. Hoy en día se producen alrededor de 200.000 toneladas de pera Rocha, variedad de origen protegido que representa el 99% de la producción total de pera en Portugal.
Esta pera producida solo en Portugal se empezó a exportar a finales de los años 70 a Brasil, pero gracias a las campañas de promoción que se realizaron en los supermercados europeos en 1991 empezó a conquistar los mercados europeos. Actualmente, en torno al 45% de la producción total se queda en el mercado nacional, tanto para su consumo en fresco como para la industria, mientras que el restante 55% se exporta, además de a Brasil, a países como el Reino Unido, uno de los principales destinos de esta pera, así como a Irlanda, Alemania, Países Bajos, España, Italia, Francia, Rusia, Polonia, Canadá y Marruecos.Empezó a comercializarse en el exterior en supermercados de alto nivel adquisitivo como una pera con valor diferenciado por sus cualidades organolépticas y por su escasa producción. Más adelante, a medida que crecían los volúmenes, se buscó el mercado de masas. Hoy en día puede encontrarse tanto en un supermercado de descuento como en supermercados selectos o tiendas gourmet.
Con sede en Cadaval, el núcleo de la principal zona de producción de pera Rocha en el oeste de Portugal, la cooperativa COOPVAL se constituye como la mayor empresa productora y comercializadora de esta fruta. Con cerca de 25.000 toneladas anuales, COOPVAL produce alrededor del 12% del total de la producción portuguesa.
“La Rocha continúa caracterizándose por ser la pera con mayor vida útil en el mercado, una ventaja importante y que resulta muy atractiva sobre todo a las grandes distribuidoras por su facilidad de manejo y rentabilidad”, afirma.
Sin embargo, su comercialización se ve seriamente amenazada tras la prohibición del uso de la etoxiquina por parte de la UE, un antioxidante que se emplea para permitir que la pera pueda almacenarse conservando su calidad hasta casi la próxima cosecha. “Se trata sin duda de la mayor preocupación para el sector. Sin este antioxidante perdemos de tres a cuatro meses de venta. Aunque existe otra solución alternativa, no nos aporta la misma calidad”, concluye Nelson.
En estos momentos está finalizando la comercialización de pera almacenada de la campaña 2013 a la espera de las recolecciones para la campaña 2014, que empezarán en agosto.
Nelson Isidoro promocionando la pera Rocha durante la última edición de Medfel en Perpiñán, Francia.
“La campaña 2013/2014 ha sido dura. La fruta aportó calibres pequeños en general y los precios han estado a la baja durante toda la campaña respondiendo a una demanda muy parada. En gran parte, los precios se han visto resentidos por el aumento de la producción de pera en el resto de Europa, aunque los efectos de la crisis económica se notan cada vez más”, indica Nelson Isidoro. “No parece que la situación vaya a mejorar en este sentido con la campaña 2014/2015”, añade. “Sin embargo, esperamos volúmenes de producción ligeramente superiores y mejores calibres, así como una mejor calidad en la piel”.
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