El consumo de aguacate en los Estados Unidos se ha disparado, asegura Emiliano Escobedo, director ejecutivo del Hass Avocado Board, que cultiva en torno a un 1.200 por ciento desde el comienzo del milenio hace catorce años. El año pasado se consumieron más de 3.300 millones de aguacates en los Estados Unidos, lo que asciende a un 10 por ciento per cápita.
Las estadísticas del Departamento de Agricultura de los Estados Unidos muestran que en 2004 se importaron desde México 38.676 toneladas métricas de aguacate, por un valor de 59,9 millones de dólares.
Solo en los primeros meses de este año, han procedido de México 258.430 toneladas, por un valor de 567,8 millones de dólares.
"No para de crecer y crecer con cifras de dos dígitos", señala Escobedo. "El crecimiento de la demanda en los Estados Unidos ha sido constante".
Una de las principales razones de esta creciente demanda fue el fin de las restricciones a las importaciones mexicanas en 2005, algo que los productores de California —de lejos la mayor región productora de aguacates de los EE. UU.— temían. Anteriormente, los aguacates mexicanos eran los únicos que se permitían en algunos estados de la costa este. Eso cambió cuando los mexicanos demostraron que su producto podía exportarse sin propagar plagas en los huertos estadounidenses.
Con la disponibilidad llegó la asequibilidad para los consumidores del interior de los Estados Unidos, que estaban comenzando a estar más en contacto con la comida mexicana debido a la creciente población latina del país.
Conforme aumentaban las ventas de aguacate, también lo hacía el presupuesto destinado a publicidad, gracias a un programa gubernamental que grava a los productores con 2,5 centavos por libra para destinarlo a marketing.
La industria también ha invertido fondos en la investigación de los beneficios nutricionales del aguacate y lo ha promocionado como una fruta rica en nutrientes y con más de veinte vitaminas y minerales.
"Se ha dado un cambio en la percepción", añade Escobedo. "Incluso hace diez años, muchos consumidores pensaban que los aguacates hacían engordar. Eso está cambiando. [El mensaje ha sido] que es 'grasa buena'. Y gran parte de ese cambio ha sido gracias a nuestro trabajo".
Casi todos los aguacates mexicanos proceden del estado de Michoacán, y la mayoría entra por los puertos texanos de Laredo y por el valle de Río Grande.
En 2011, entraron por Texas 16.391 cargas de camión. En 2013 fueron 26.200.
Fuente: columbusceo.com