En julio, a pesar de seguir siendo un mes de sequía en el sureste brasileño, la región puede ser alcanzada en momentos por lluvias torrenciales, lo que colaboraría al llenado de los embalses. Sin embargo, el volumen de las lluvias en el sureste en los próximos meses no bastará para recuperarse de la sequía en el primer semestre.
Por otro lado, el tiempo seco y el uso intensivo de insecticidas favorecieron el control de enfermedades de los tomates, entre abril y mayo en algunas partes del país, como Araguari (Minas Gerais), Chapada Diamantina (Bahía) y Venda Nova do Imigrante (Espírito Santo).
Las expectativas con respecto a las ventas de tomate durante la Copa del Mundo se vieron frustradas, siguiendo la tendencia general de los cultivos hortofrutícolas: la demanda fue menor de lo esperado, lo que dio lugar a una disminución de los precios.
El tomate salada 2A negociado en el Ceagesp tenía un valor reducido en un 25,6% de mayo a junio, la caja de 18 kilos se comercializaba a 48,52 reales. Una reducción de la oferta del tomate en el mercado interno puede hacer la situación más favorable al productor en cuanto a los precios.
Según los datos de la Secretaría de Comercio Exterior (Secex), las importaciones de tomate industrial cayeron un 48% en la primera mitad de 2014, en comparación con el mismo período del año pasado. Entre enero y junio de este año, se compraron más de 20.000 toneladas de tomate.
Fuente: Cepea