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Nacho Martín, Director Comercial de Consorfrut

"España: "Si nuestra exportación tenía 4 patas, Rusia nos ha quitado una"

El endurecimiento de las sanciones de la Unión Europea y EE UU a la administración de Putin –especialmente las que afectan al sistema financiero, militar y el sector energético del país–, han motivado “medidas de respuesta” por parte de Moscú, que, devolviendo el golpe en varias direcciones, ha decidido prohibir las importaciones de productos provenientes de la UE, EE.UU., Australia, Canadá, Japón y Noruega. Estas medidas supondrán alrededor de 5.000 millones de euros en pérdidas para la UE, y unos 340 millones de euros solo en la agricultura española.

“Aunque los exportadores de frutas no estamos nada involucrados en asuntos políticos, al final terminan por salpicarnos”, dice Nacho Martín, director comercial de Consorfrut, una empresa valenciana con negocio en más de 33 países y especializada en los mercados del Este y Rusia. “A cada productor y exportador le va a afectar de manera diferente, dependiendo del producto que sea, pero calculamos que podría tratarse de en torno a un 25% del volumen hortofrutícola español”, calcula el representante de Consorfrut.

Rusia ha sido un mercado con auge en los últimos años para los productos hortofrutícolas españoles gracias a su capacidad de consumo con más de 145 millones de habitantes y de su aumento del capital. España se ha convertido en un cliente importante para Rusia, por lo que las consecuencias serán notables.

“Si antes teníamos 4 patas en nuestro negocio contando a Rusia, ahora tenemos solamente tres. Por tanto, tendremos que buscar otros mercados que absorban los volúmenes que enviábamos a Rusia, un proceso que nos hará perder dinero. Espero que en la mayor brevedad posible los políticos apelen al sentido común para aclarar esta crisis”.

El kaki Persimon y las verduras serán los productos que más notarán el veto ruso de cara a las próximas campañas de otoño e invierno.

“La prohibición de importación a Rusia supone un contratiempo para los exportadores que ya tenían contratada la venta de kaki con las cadenas de supermercados”, cuenta Rafael Perucho, gerente de la D.O.P Kaki Ribera del Xúquer.

“Rusia representa sin duda una parte interesante en la venta de kaki dada su capacidad de compra y continuo crecimiento del nivel adquisitivo. No obstante, en las últimas campañas la demanda ha sido bastante superior a la oferta por la creciente popularidad de esta fruta, lo cual nos hace pensar que podemos destinar los volúmenes que enviábamos a Rusia a países como Alemania o Reino Unido. Está por ver el grado de restricción para el kaki Persimon, ya que somos el único origen a diferencia de otros productos”.

La fruta de hueso española supone también una parte importante de la exportación hortofrutícola. En estos momentos la temporada de fruta de hueso está muy avanzada y con resultados bastante negativos por la crisis de precios, por lo que las restricciones de Rusia suponen el golpe definitivo a una campaña desastrosa.

En cuanto a cítricos, España no envía volúmenes muy significativos a Rusia, quien se abastece más de orígenes como Marruecos, Egipto o Turquía. En los últimos 3 años la tendencia exportadora de cítricos a Rusia ha ido más bien en descenso. No obstante, existe preocupación por parte del sector en el desarrollo de los acontecimientos a raíz de esta crisis política.

“Realmente, esta restricción no tiene mucho sentido para los intereses de Rusia, quien saldrá también perjudicada. Y es que ahora tendrá menos orígenes de donde importar y por lo tanto, tendrá que cobrar menos impuestos y pagar más por la mercancía, productos perecederos que en muchos casos serán de peor calidad dada la lejanía de los mercados alternativos. Los supermercados rusos se verán entonces obligados a subir los precios para no bajar sus porcentajes de rendimiento”, opina Nacho Martín.