Las altas temperaturas han provocado que este año la temporada de arándanos de Washington comenzara con antelación, varias semanas antes de lo normal. El calor persistente durante el verano les ha puesto las cosas difíciles a algunos productores, pero la calidad de las bayas no se ha visto afectada. La industria está anticipando una gran cosecha, y los precios se han correspondido con la buena demanda.
La recolección suele comenzar en torno a la tercera semana de junio para los productores de arándanos de Washington, pero debido al calor la cosecha comenzó en la primera semana y se espera que continúe hasta finales de septiembre. Este año los cálculos sitúan el volumen de producción en 40,8 millones de kilos.
“Hay muchas nuevas plantaciones que están produciendo más de lo habitual”, explica Alan Schreiber, de la Washington Blueberry Commission. La producción también se ha visto impulsada por el despegue de una de las mayores regiones productoras del estado. El condado de Whatcom se ha recuperado de los problemas de polinización del año pasado y ese año de baja producción ha ayudado a las plantas a recuperarse para lo que ha sido un gran 2014.
“El tiempo nos ha proporcionado una excelente temporada de cultivo y el aumento de la superficie ha contribuido a una estupenda producción”, señala Suzanne Wolter, directora de marketing de Rainier Fruit Company. Señala también que la demanda de berries se ha mantenido fuerte, lo que ha ayudado con los precios.
“La categoría de berries es una de las que mejor funcionan del sector minorista” dice Wolter. “No dejamos de oír lo que sorprende que las ventas y la demanda de arándanos no paren de crecer”. Wolter atribuye esa demanda a que ha aumentado el conocimiento de los beneficios para la salud que tienen los arándanos, a su disponibilidad durante todo el año y a sus precios razonables, que animan a los consumidores a repetir la compra.