Geurts señala en concreto a Albert Heijn y Jumbo, que solían forzar reducciones de precio unilaterales a sus proveedores. “Esto implica que los productores apenas consiguen lo suficiente para sobrevivir y que el suministro en los supermercados se está estancando”. Un supervisor de Comercio Justo en Agricultura y Pesca podría ayudar en esta cuestión, según opina el miembro de la cámara, que afirma que las disputas también podrían resolverse así. Geurts también critica con dureza a la ACM (Autoriteit Consument Markt, Autoridad del Mercado de Consumo), que sólo comprueba que los consumidores paguen el menor precio posible en la tienda. “La ACM también tiene que tener en cuenta la importancia de los productores”.
Carla Dik, de ChristenUnie, apunta que el anteriormente acordado código de conducta entre supermercados y agricultores no funciona. La cuestión es qué hará el mayor partido de coalición, el VVD. Hasta ahora los liberales siempre han estado en contra de medidas que limiten el poder de los supermercados. El SP es escéptico acerca de si el PvdA apoyará realmente los planes. “Lo creeré cuando lo vea”, afirma Sharon Gesthuizen. “El problema está presente desde hace muchísimo tiempo”.
Geurts espera poder llegar a acuerdos este otoño. “Me preocupan mucho nuestros alimentos a largo plazo. Todo el mundo opina que es un hecho que hay suficiente comida en los estantes a bajo precio, pero no es así”. Según Geurts, cada vez más compañías familiares están abandonando porque no obtienen rentabilidad. El CDA subraya la importancia económica del sector, pues los productores exportan alimentos por un valor de 86.000 millones de euros cada año, con lo que representan el 9% de la economía total neerlandesa.