La máquina está repleta de naranjas enteras que se pelan, exprimen y sirven en un vaso al cliente en cuestión de segundos. No se le añade azúcar, conservantes u otros aditivos. ¿Y el precio? Unos módicos 10 yuanes (1,63 dólares).
Su fundador, Zhou Qi, pasó varios años viviendo en Francia, donde obtuvo su máster en Microelectrónica. Cuando vivía allí, bebía zumo de naranja recién exprimido casi a diario. Esto lo inspiró para renunciar a trabajo tradicional en un gran fabricante de electrónica y fundar Vingoo.
En un principio, Zhou fabricó una máquina que ofrecía cuatro frutas: bananas, peras, manzanas y naranjas. El cliente podía elegir qué combinación de fruta quería, además de tener la opción de añadir leche. Sin embargo, este proyecto no era sostenible debido a su complejidad y al elevado mantenimiento que requería, así que la compañía lo redujo al producto más vendido: el zumo de naranja. No obstante, es posible que la máquina de cuatro frutas vuelva más adelante. La compañía ha obtenido dieciséis patentes para su tecnología.